domingo, 29 de mayo de 2016

Pesadilla

Hoy, de la que venía en coche para casa, me quedé dormida, y tuve una pesadilla... flipas lo mal que lo pasé, estuve a punto de tirarme del coche... una angustia en el pecho... pero como dicen que es bueno escribir los sueños, pues voy a intentar relatar mi pequeña pesadilla.

martes, 17 de mayo de 2016

Se acabó

Este martes, Héctor, el profesor de TIC, ha dado por finalizado este pequeño proyecto del blog con la entrada semanal.

La verdad es que ha sido divertido, no hemos podido explotar todas las posibilidades, pero es normal, ya que seremos como... once personas en mi clase los que nos tomamos el proyecto en serio, y claro, con esas cifras... Pero bueno, da igual, el caso es que me ha gustado mucho, porque siempre había pensado en escribir un diario o algo así, pero nunca llegaba a empezarlo.

Y ese día ha sido bastante curioso porque, justo después de recibir la noticia de que podíamos dejar de escribir en el blog, aparece en mi ordenador una sugerencia llamada "Carlota". Yo ni me di cuenta, fue Lucía, mi compañera, la que me lo dijo, y yo, por curiosidad, entré, sin pensar ni por un segundo que esa sugerencia tuviera algo que ver con Carlota, la chica que me gusta, a la que le envié aquella carta de amor.

Pues resulta... Que encontramos por accidente su blog, donde cuelga todo tipo de cosas, entre ellas, tenía dos pequeñas entradas dedicadas a la que es hoy su novia...

Fue un golpe duro, pero oye, es lo que hay, ya vendrán más chicas, y espero que mejores.

Por otra parte... me da pena que esto se acabe. Miro hacia atrás y sólo veo proyectos inacabados que nunca van a llegar a nada. Al menos esta vez he conseguido acabar algo y puede que continúe con alguna entrada puntual, el caso es que igual creo una página web, pero no sé en qué acabará eso.

El caso es que el curso ya casi ha acabado y ha sido bastante decepcionante. Personas que no han hecho nada en todo el año y que, además sólo han molestado, ahora van a aprobar gran parte de las materias porque van a copiar en los exámenes finales, mientras que, los que hemos estado estudiando todos los días y aguantamos sus gritos en las clases, vamos a sacar una nota más baja de la que podríamos conseguir si diésemos clase en un ambiente tranquilo.

Este curso ha sido corto y no me ha dado tiempo a disfrutar nada, y eso que han pasado cosas bastante interesantes, pero es lo que hay, el año que viene paso a segundo y eso va a ser... bufff que pereza me da pensarlo.

viernes, 13 de mayo de 2016

Te queremos Isaac

El profesor Isaac del Rivero, trabaja en nuestro instituto, y ha sido mi profesor desde que entré en el Piles. También es el que se encarga de hacer la revista del instituto, junto con los alumnos de 4 que hayan escogido diseño gráfico, ese fue el caso de mi compañera Lucía, que, además de tenerle de tutor un año entero, le dio clase dibujo al curso siguiente. Entre ellos, siempre se han entendido, y eso que él tiene que ir detrás de ella para que le entregue las cosas a tiempo, y algunas veces, es ella la que le persigue a él para que le de trabajo. Este año se iba a jubilar, pero a un mes escaso de fin de curso... le dijeron que padecía cáncer de colon, enfermedad bastante común en nuestros días que, por suerte, tiene solución. Sin él, la revista ha quedado parada, y Lucía, que quiso hacerse cargo de la corrección de este año, se ha quedado con su trabajo congelado. Pensamos en escribirle un e-mail a Isaac deseando que se mejore y que enviase el manuscrito de la revista para que alguien pudiera sacarla adelante, pero la directora dejó claro que no le molestemos, así que voy a dejar esto aquí, en mi diario, porque puedo, porque quiero, pero, sobretodo, porque Isaac se merece esto y mucho más.

Gracias por esas clases amenas en las mañanas frías, gracias por hacer la vista gorda de vez en cuando, gracias por esas clases teóricas en las que todos aprendimos más de lo que queríamos, gracias por todas esas risas, todos esos momentos inolvidables, gracias por toda tu ayuda, tanto dentro como fuera del aula, gracias por ser estricto en las situaciones clave, gracias por enseñarnos lo que significa el arte. Han sido cuatro años asombrosos a tu lado, en los que tuve la suerte de tenerte de tutor. Nunca hubo un profesor como tú, y nunca lo habrá, ahora te echamos en falta, y se nos cae el alma a los pies cuando vemos el aula de plástica cerrada, el Piles te echará de menos, pero ninguno de tus alumnos te olvidará jamás. Es difícil describir todo lo que has significado para nosotros, nos has acompañado en el duro camino de la ESO, y siempre nos has estado ayudando, ya sea con consejos o con castigos. Gracias por todo.

Recuerda que Gijón es muy pequeño, y que alguna vez, nos veremos por ahí. Nunca te librarás de nosotros.

sábado, 7 de mayo de 2016

La camarera

El pasado viernes, fui de excursión con el colegio a Valladolid. El viaje estuvo más o menos bien, de echo, en el viaje de vuelta, gracias a Joaquín, le envíe a Carlota un mensaje y mantuvimos una conversación de 25 mensajes exactos cada una, y finalizó con un frío leído 😢😢😢. Pero, al final, saltó la chispa, aunque no fue con ella.

El sábado, unos amigos de mis padres les invitaron a ir a comer a una bodega, y mis padres me arrastraron a mi con ellos, cosa que hacen siempre y que yo nunca entenderé, porque cuando mis amigos me invitan a mi a comer, ¡Yo no obligo a mis padres a ir conmigo! Pero bueno, el caso es que, tras media hora dando vueltas por una carretera desierta, llegamos al pueblo, y tras reservar mesa, fuimos a un bar, donde nos atendió una excelente camarera.

Entramos en el local y el calor nos invadió el cuerpo, dentro, había cuatro hombres de mediana edad disfrutando de un partido de fútbol, y detrás de la barra, ella. Una chica de pelo negro rizoso y piel blanca, con unos ojos marrones cálidos, y unas mejillas rosas. De unos veinticinco años, guapa, simpática y cariñosa.

Nos atendió con familiaridad, mis acompañantes pidieron una bebida cada uno, y luego ella les preguntó qué tipo de tapa querían. Mis padres pidieron una de oreja cada uno, y el marido de la amiga de mis padres pidió una de patatas, mientras que su mujer, una de calamares. Yo dije que no quería nada, y ella me ofreció un rollito de verduras, yo lo iba a rechazar, pero mi madre se entrometió en la conversación y dijo que no me gustaban las verduras. Esa simple frase, fue el punto de inflexión de la tarde, pues la camarera dijo:
-Pues pa no tomar verduras, estás estupenda.
Le agradecí el piropo con una sonrisa, y el amigo de mi padre, con sus gritos, interrumpió la conexión visual.
-Los chicos se la tienen que rifar
Mi padre le asestó una mirada envenenada, que este ignoró deliberadamente.
Ante la ocurrencia disparatada del hombre, mi cara se tornó en una mueca de ironía, que al parecer, la camarera interpretó muy bien.

Tras un rato de charla, invitamos a la camarera, que no tenía trabajo, a sentarse con nosotros, y, a pesar que mi padre y su amigo le ofrecieron un sitio entre los dos, ella cogió una silla y se sentó a mi lado.

Estuvimos conversando sobre la tauromaquia, y acabamos con un diálogo sobre los hombres y lo desgraciados que podían llegar a ser.

La verdad es que la chica me agradaba de sobremanera. Mantenía mi cabeza ocupada, no como los amigos de mis padres, que, con cada palabra, sentía que mis neuronas se adormecían, eran unos señores de derechas, muy conservadores, seguidores de programas sumamente interesantes como el sálvame.

El momento cúspide de la conversación llegó cuando el amigo de mi padre me ofreció presentarme a su hijo, mis padres se rieron, pero yo mantuve mi mirada en aquel hombre, lo más inexpresible posible, no podía reírme y decir que no quería estar con el hijo de aquel animal, que pa eso ya tenía perro, pero la camarera, contestó por mi:
-No creo que ella esté interesada en esas cosas.
Mi padre coincidió con ella, diciendo que yo era demasiado joven (17 años, Tócate los huevos😡😡😡), pensé que todo había acabado, pero entonces, la camarera deslizó con suavidad su mano sobre mi muslo. Yo la miré y ella me sonrió, acaricié sus nudillos con discreción, pero entonces un cliente nuevo entró en el bar y ella se vio obligada a abandonar la conversación.

Después de unos 7 minutos, le pedí a mi padre ir a por otra batería al coche. Él aceptó y me dejó abandonar el establecimiento, sin darme cuenta de que la camarera había salido por la puerta de atrás, y me seguía.

Entré en el coche y saqué la batería. Necesitaba reposar la cabeza, había oído demasiadas tonterías por minutos, y el aire fresco me sentaba bien.

Oí que alguien me chistaba desde una esquina, y la vi a ella, apartada de los cristales, para que no la vieran los de dentro, entre ellos, mis padres. 

Antes de acercarme a ella, le mandé un mensaje a mi padre, pidiéndole quedarme fuera a tomar el aire, el accedió y me dirigí a la camarera, que me sonrió y me cogió la mano izquierda.
-Si me estoy equivocando, dímelo.
Yo sonreí y negué
Ella me cogió el rostro con la mano que le quedaba libre y me besó con lentitud y dulzura.

Estuvimos así unos tres minutos, y nos separamos antes de que mis padres salieran y me llevaran arrastras a la bodega.

Cuando salimos, la vi en la terraza, me pareció que me guiñaba un ojo, pero tengo 2,5 de miopía, así que... a saber.

Estuvo muy bien, pero... bua, ¿Por qué estas cosas no me pueden pasar con Carlota? 😢😢😢

martes, 3 de mayo de 2016

El Apocalipsis según Chincheta

Chincheta es un niño de 14 años que se sale algo de lo normal. A su edad, los chicos suelen ir detrás de alguna chica, pero él no, al menos no le dedica el tiempo que esa dura empresa requiere, prefiere dedicar su tiempo a jugar al minecraft, creando servidores gratuitos para el grupo superdotados, jugando con su gato o experimentando con sus hermanos. Pero esto no es todo, pues Chincheta es el creador de una teoría apocalíptica que lleva años maquinando.

domingo, 1 de mayo de 2016

La sombra del Edén

Este espacio va a ser para una nueva historia que estoy creando porque me aburro.

Ya tengo pensado que será una trilogía, como siempre, que espero poder terminar para finales de este año.

Sinopsis:

Corriendo hasta el fin del mundo, saltando muros infinitos, superando los más difíciles obstáculos.

No somos policías, tampoco bomberos, somos devoradores de almas.

Esa sería la sinopsis del primer libro, que se titula, La sombra del Edén, y, como me imagino, aún leyendo la sinopsis y sabiendo el título, no tendrás ni idea de qué va la historia, es normal, está hecho a posta para que los lectores se queden con la intriga y empiecen a leer la historia :)