viernes, 27 de enero de 2017

Hablemos de la pena de muerte

La pena de muerte es una situación que se produce cuando un miembro de la sociedad realiza un crimen tan grande que el perdón es insuficiente y el único castigo a la altura es la muerte.

Hablemos de feminismo

Hace relativamente poco, este tema se ha vuelto muy polémico, y es increíble ver cómo se está volviendo una lucha encarnizada que no deja bien parado a ningún bando.

sábado, 21 de enero de 2017

La cura contra la gripe

Como todos los años por estas fechas, solemos ponernos malos, ya sea catarro, resfriado o gripe. Nos metemos medicamentos en el cuerpo para anestesia el dolor y los bolsillos son inundados por pañuelos de papel, y, aún así, estamos varios días enfermos. Pues bien, aquí está la cura.


No sé ni cómo ni por qué, pero esto, aunque parezca muy extraño, funciona.

Cada vez que te duela la garganta y notes como un reflujo ácido en esa zona, llena un vaso con un poco del líquido de los pepinillos, calienta otro vaso con agua, también vale con cualquier otra bebida, pero si estás con mucosidad, evita la lactosa.

Vete bebiendo en sorbos cortos y espaciados el líquido de los pepinillos, mantenlo en tu garganta, no en tu boca, y tragalo. Entre trago y trago, puedes beber de la bebida caliente que te hubieras preparado antes.

El bienestar no es inmediato, pero notarás como esa acidez de la garganta ha desaparecido, y las flemas se reducirán.

Acaba con tu bebida caliente y vete a dormir. Por la mañana, notarás el alivio.

Es recomendable utilizar este método antes de una larga siesta o antes de irse a dormir.

No sé qué hace pero a mi me funciona bastante bien.

miércoles, 4 de enero de 2017

Filias

Las filias son lo contrario a las fobias, son la atracción que sentimos por algo en concreto. Normalmente, se las relaciona con asuntos enfermizos, pero no siempre es así, y hoy, presentaré las filias que creo que tengo y las que nunca podría tener.

Las filias que creo que tengo

Agonofilia: Es la atracción hacia las peleas físicas en la pareja. No son peleas donde se empleen armas y se den golpes contundentes, son peleas de fuerza, que, estoy segura, que todos hemos experimentado alguna vez. Por ejemplo: Poner mano con mano y empujar a ver quién gana, o intentar levantarle o, incluso, durante el beso, apretar con más fuerza de lo normal. Estas cosas las hago inconscientemente con todas mis parejas y no sabía que se trataba de una filia, lo bueno es que no la utilizo como sustituto al sexo ni como  potenciador, es simplemente un juego que sólo lleva a risas.

Claustrofilia: Supongo que todos hemos oído hablar de la claustrofobia, pues aquí está su contrario. La claustrofilia es disfrutar de estar en un lugar pequeño y cerrado. Por ejemplo: cerrar las persianas de una habitación cerrada sin un motivo aparente. La verdad es que soy muy consciente de esta filia desde muy pequeña, y tampoco me parece una filia que me lleve a una conducta sexual. Además, no soy la única en mi círculo de amigos, Chincheta también la tiene.

Cratolagnia: Es muy parecida a la agonofilia, sólo que esta se refiere a las demostraciones de fuerza en la vida cotidiana y no en peleas, y, además, el centro de atención no tiene por qué ser nuestra pareja. Por ejemplo: Ir por la calle y ver a un repartidor levantando una caja enorme, o ver a alguien levantando a otra persona. No sé por qué, pero me hace sentir bien, sobretodo cuando veo a las gimnastas, que ejercen toda esa fuerza para mantenerse en posiciones imposibles, o cuando alguien salta una valla. Me imagino el movimiento de los músculos y no sé, es una sensación rara, que tampoco me lleva a una situación sexual, pero que me da como... bienestar.

Filias que nunca tendría:

Pigmalionismo: Es la atracción hacia las esculturas o edificios. Es muy conocido ya el caso de la mujer que se casó con la Torre Eiffel, esa señora tiene esta filia. Yo nunca podria tenerla porque este año estoy estudiando historia del arte, y es... como para pegarse un tiro. La profesora es excelente y las clases entretenidas, pero es que no puedo con la materia, no me gusta nada, así que... Es ver una escultura y que me recorra un malestar general por todo el cuerpo.

Belonefilia: Es el sentir atracción por... las jeringuillas e inyecciones. No quiero hablar mucho de este tema porque es mi gran fobia, de echo, me estoy hasta mareando, porque me estoy imaginando mi brazo y... aggg Dios.

Consuerofilia: Atracción por coserse zonas del cuerpo con hilo y aguja. No la tendré en mi vida por la misma razón que lo anterior. Dios, que rara es la gente.

Estas son algunas de las muchas filias que yo no podría tener jamás, bien porque, precisamente, representan mis fobias, o porque me desagradan o simplemente, porque no me llaman la atención. Aunque hay muchísimas que no me van, pero estas son algunas y son bastante desconocidas así que las quería hacer más visibles, aunque hay un montón, cada una con un nombre más complejo que el anterior. Enserio, la gente está muy, muy loca.

Talasofobia

A menudo, se describe talasofobia como el miedo al mar y a masas de agua lo suficientemente amplias como para bañarte en ellas, y precisamente por esa definición tan chapucera, no me di cuenta de que yo misma lo sufría, hasta hoy.

Resulta que cuando era pequeña tuve muy mala suerte y siempre que iba a la playa me encontraba con mareas de algas, basura flotando en el agua o peces muertos en la orilla.

Con todas esas cosas repulsivas a mi alrededor, me parecía algo totalmente normal mirar lo que había debajo antes de poner los pies en la arena mojada, y si no conseguía ver el fondo, me quedaba flotando en la superficie, lo que fuese antes que pisar un pez a medio descomponer.

Pero esto se fue transformado en una costumbre, de tal manera que, cuando iba a la piscina, también sumergía la cabeza antes de posarme en el fondo. Me parecía que era una manía mía muy molesta pero nunca lo vi como una psicosis, hasta que uno de los últimos días que fui a la playa, unas imágenes muy grotescas asaltaban mi mente: Eran imágenes vistas desde el fondo, el agua era rojiza y en la arena había cadáveres, justo debajo de mi. Esos pensamientos eran algo incontrolable, yo no quería pensar en eso, pero esos pensamientos me torturaron hasta el extremo que tuve que salir del agua.

Nunca tuve miedo al mar ni a la piscina, de echo, me encanta bañarme y bucear, así que cuando leí que la talasofobia era el miedo al mar, pasé del tema, pues ese no es mi caso. En realidad, la talasofobia es el miedo irracional a lo que te puede pasar en el mar, normalmente, a lo que puede haber debajo, en el fondo.

No me parece una fobia excesivamente ridícula, no sabemos absolutamente nada del verdadero fondo marino. La gente habla de calamares gigantes y peces deformados por la presión, pero no se han manifestado muchas acciones para descubrir la verdad de estas afirmaciones, y es una pena, porque nos estamos perdiendo el descubrir nuestro propio planeta.

Algo tiene que haber, eso seguro. Probablemente no sean cadáveres ni peces descompuestos, pero algo hay.