sábado, 10 de septiembre de 2016

El mejor beso de mi vida

Este fin de semana hemos ido al pueblo, esta vez con mi tía, una señora de unos sesenta y pocos años que se mueve como una de dieciocho, ¿Y qué eventos abundan en el verano que atraen, en su mayoría, a los jóvenes? Conciertos.

El viernes le dijeron a mi padre que iba a tocar el sábado por la noche una orquesta llamada "Panorama" yo pensé que iba a ser una orquesta de música clásica y les dije a mis padres y a mi tía que no me llevasen, pero, al final, me obligaron, y menos mal.

Llegamos allí y estaba todo lleno de gente, había gente mayor y, para mi sorpresa, bastante gente joven con bolsas llenas de botellas, y por eso, empecé a pensar que nos habíamos equivocado de sitio.

Llevábamos un buen rato esperando, todo el mundo estaba cabreado por la falta de preparativos y, un grupo de chicas que estaba a nuestro lado, empezó a cantar canciones de estas viejas que conoce todo el mundo, como "La camisa negra" de Juanes, "Vino tinto" de Estopa, "Eres tonto" del canto del loco, etc... el caso es que yo me las sabía todas, y como muchos de los adultos que estaban alrededor del grupo de chicas, empecé a cantar con ellas, lo que no me esperaba era que apareciese ella.

Del otro extremo del grupo, se puso delante de mi una chica... Era medio centímetro más alta, llevaba el pelo corto, de echo, me recordó a un amigo que conocí hace poco, pero bueno, el caso, que era muy guapa. Además, íbamos vestidas igual, creo que ella y sus amigas formaban parte de un grupo de algo, porque iban todas con unas camisetas iguales con el mismo logotipo, menos ella, que llevaba el mismo logotipo pero en una sudadera con los colores alternos, y además, unos pantalones negros cortos deportivos, ¡Iguales que los míos! Y, dio la casualidad de que yo también llevaba puesta una sudadera, ya que el verano está terminando y por las noches...

En fin, que cuando el concierto empezó, que al final resultó que era un espectáculo increíble, con acróbatas y unos cantantes bastante buenos que hacían versiones de las canciones más sonadas de todos los tiempos y no había nada de violines ni pianos de cola como yo me imaginaba, escuché el nombre de la chica: Noe. (Si, como la novia de Carlota) y nada, intentaba no mirarla mucho, de vez en cuando, me permitía el lujo de acercarme un poco, sin llegar a tocarla.

Sobre la una de la madrugada, mis padres decidieron que no podían más, y mi tía, les convenció para que me dejasen allí sola, ya que ella también estaba molida. Así que... allí estaba yo, perdida en la multitud, con una música a todo volumen, con los ojos fijos en su sudadera rosa y con el corazón encogido.

Poco a poco, el grupo de chicas, en el que ella estaba, empezaron a sacar bebidas, fanta, Coca-Cola, y alguna que otra botella de vodka negro... ella sacó una caja de cigarrillos, y empezó a repartir entre alguna de sus amigas, pero al buscar entre sus bolsillos, no encontró mechero, y se vio obligada a juntarse a mi oído para pedirme fuego.

Yo no fumo, pero dio la casualidad de que esa misma tarde habíamos hecho una barbacoa en el jardín y todavía conservaba el mechero, vaya suerte que tuve.

Me alejé un poco de ella para poder estirar bien el brazo, y entonces pude verle por primera vez la cara: Su piel era blanca, muy fina, y, como yo, tenía un lunar perfectamente redondo en la mejilla derecha, sólo que el suyo estaba más cerca de los labios. También llevaba dos piercings, un aro negro terminado en pincho en el lado izquierdo del labio inferior y un brillante, creo que rosa, en la nariz.

Ella cogió mi encendedor y lo fue pasando por los cigarros de sus amigas, hasta que se encendió el suyo y me lo devolvió. Yo estaba muy nerviosa, pero me las apañé para sonreír, y entonces ella me ofreció un cigarrillo de su caja, que yo, obviamente, rechacé.

Mantuve el nerviosismo unas canciones más, hasta que el ritmo fue subiendo y, con el, el ánimo de la gente. Todo el mundo saltaba de un lado para otro, e hice lo que, en muy pocas ocasiones hago: Me dejé llevar.

Me olvidé de Carlota, de Asier, de Nuria... incluso de aquella chica tan guapa que tenía a mi lado, y me puse a bailar y a saltar.

Entonces, la música cesó y decidieron cantar un tema lento, que, como no, tenía que ser "Yo no me doy por vencido" de Luis Fonsi, y, fue en ese momento cuando me di cuenta que aquel grupo de chicas se arremolinaba sobre si mismo, soltando risitas nerviosas y algunos empujones, y, de la nada, salió una chica delgada, con el pelo rubio muy alborotado y me dijo: "Oye, que mi amiga es demasiao cortá pa estas cosas, pero ¿Que si te quies liar con ella?" Entonces, todo pareció silenciarse, y vi a Noe, sujetada por sus amigas para que no saliese corriendo, y, como no, yo hice lo que en ese momento me apetecía, y fui y puse mis pequeñas manos sobre sus hombros, y ella puso sus manos sobre mi cintura, y nos fundimos en un largo beso, con todo el coro de amigas gritando: "Que bonito, que bonito..." Sus labios sabían a refresco de naranja y a tabaco, pero, por suerte para mi, era un tabaco menos áspero que el habitual, que me cierra la garganta y me provoca el asma, este tenía un sabor fuerte, pero no hacía arder mi garganta, cosa que me benefició mucho.

Después de eso, estuvimos un tiempo muy pegadas, sin llegar al contacto directo, hasta que realizamos un acuerdo mudo y nos cogimos a la vez de la mano. Saltamos juntas y nos reímos, nos abrazamos y nos mirábamos, para acabar riendo como locas. La verdad es que ninguna de las dos había bebido, pero parecía que estábamos totalmente borrachas.

Y a partir de ahí la cosa empezó a desmadrarse un poco.

Ella empezó a beber y a besarme, yo la besaba a ella también, y la bebida pasaba de sus labios a los míos, como el sabor a tabaco que ahora, impregna mi sudadera. Nos liamos unas cuantas veces más y nos despedimos con un largo abrazo y un fuerte beso cuando el concierto acabó.

Y creo que he llegado a una conclusión: Esa chica me gustaba, podría, sin ningún problema por mi parte, establecer una relación seria con ella, entonces... ¿Qué la hizo tan diferente a Carlota o a Nuria? Pues, sin duda, mi actitud. Con esta chica estaba en igualdad, yo no interpretaba ningún papel, era simplemente yo, sin estrés, sin presiones, sólo yo, y tampoco estaba sometida en el argumento del amor cortés, ni yo la idolatraba ni ella a mi. Eso es una relación sana, en la que uno da y recibe por igual y he decidido que eso es lo que quiero para el resto de mi vida.

No pienso buscar nada, simplemente voy a disfrutar del día a día, sin perder de vista el mañana, con las cosas claras, y, entonces, puede que alguien se fije en mi, y sino... tengo gatos ;)

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