miércoles, 10 de mayo de 2017

¿Mundos paralelos y fantasmas?

Como ya expliqué en otra entrada, soy muy fan de la teoría de cuerdas, la superposición cuántica y demás teorías metafísicas que determinan que la realidad sensitiva, puede ser falsa.

Pues bien, hoy, a las puñeteras 3:44 de la madrugada, mi cerebro no tiene otra cosa que hacer que pararse a determinar la conexión entre los fantasmas y las dimensiones paralelas.

Y esto parte de la idea del gato de Schrödinger, donde se nos plantea el experimento imaginario en el cual, un gato muere y, al mismo tiempo vive.

Imaginemos qué pasaría con una persona. Hay un accidente de tráfico, y se queda un cuerpo encerrado en un coche. Hasta que alguien no logra sacarlo, no se determina ninguna opción, por lo que está vivo y muerto a la vez.

Vale, hasta aquí bien. Entonces... ¿Los fantasmas podrían ser el resultado de la proximidad entre universos paralelos? Es decir... la vida y la muerte son dos fenómenos totalmente opuestos que no podrían superponerse en una misma realidad, por lo que ocurren en dos mundos paralelos que surgen de una bifurcación en el espacio-tiempo, esto me lleva a pensar que, aunque el espacio es infinito, los mundos paralelos podrían ocupar un espacio y un tiempo determinados, como decía Kant.

De esta forma, ¿No podría ser que los fantasmas sean el producto de un choque por proximidad entre dos mundos paralelos? Más que nada porque un fenómeno paranormal es algo no se tiene por qué repetir aunque las condiciones sean las mismas, se produce por algo que no tiene que ver con los factores ambientales.

Por tanto... esto podría apoyar mi propia teoría de lo que he bautizado como "Anclas hiperdimensionales" que serían los choques entre mundos paralelos si de verdad ocuparan un espacio físico, y, para ello, me apoyo en la supersimetría, que utiliza átomos físicos para crear el opuesto a un cuerpo, teoría que podría estar interrelacionada con las anclas hiperdimensionales, pues ambas crean lo que podríamos llamar puentes o conexiones entre dimensiones.

En fin, la gente normal cuenta ovejas para conciliar el sueño. Se ve que mi cerebro no es capaz de imaginar tantas ovejas y no le gusta contar hasta el infinito, pero los temas metafísicos le apasionan... mañana me dan las notas finales y... puede que, de la hostia que me de mi madre, surja una nueva galaxia, el Big Bang se repetirá.

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