viernes, 5 de mayo de 2017

Relación abierta

Desde el principio de mi relación con Julián, dejamos claro, de mutuo acuerdo, que iba a ser una relación abierta. Yo puedo estar con otras personas y él también puede hacerlo, siempre y cuando nos lo contemos, pues...

El pasado domingo, fui a casa de mi hermano, junto con Chincheta, Adrián, Mateo y Saúl para celebrar su cumpleaños.

Llevé una tarta y se pusieron a jugar con la consola. Adrián encerró a Chincheta en el tendedero, yo arrastré a Mateo al cuarto de mi hermano... Hasta ahí, todo normal, pero entonces, me llegó un mensaje por privado de Saúl, diciendo que podía darme él lo que no me quería dar Mateo.

(La abuela de Mateo está en el hospital y él lo está pasando mal, el llevarle al cuarto y darle mimos y todo... Es la única manera que sé de animarle, por él sólo siento cariño)

La cosa es que esto no era la primera vez que sucedía. Hacía unas semanas, durante un debate en superdotados sobre el sexo con amor, Saúl me abrió privado y me dijo algo parecido, que quería conocerme mejor y tal, y yo como... bueno, es listo, es mono, pero es verdad que no nos conocemos demasiado... hablamos un rato sobre las relaciones sentimentales y... bueno, la verdad es que coincidimos en muchas cosas, pero ahí se quedó el tema.

Esta vez, el tema no se iba a quedar en una simple conversión.

Estuvimos hablando por privado mientras todos jugaban, y, en un momento determinado, los dos nos fuimos al cuarto de mi hermano, seguidos por él, y, entonces, colocando una silla debajo de la manilla de la puerta, Adrián nos dejó encerrados a los tres.

Pedimos ayuda, pero Chincheta estaba encerrado en el tendedero y Mateo estaba viciado a la play, con Adrián, que casi se olvida de nosotros.

Al final, Adrián abrió la puerta, para meter a Chincheta con nosotros.

Saúl se sentó a mi lado en la cama y Chincheta mi hermano negociaban con Adrián para que nos dejara salir.

Finalmente, aprovechando que Adrián abría la puerta, metimos a Chincheta en el medio y pudimos hacer palanca para abrirla por completo.

Una vez pudimos salir, Saúl y yo esperamos a que mi hermano y Chincheta abandonaran el pasillo y nos abrazamos. Estuvimos un rato así, hasta que mi hermano dijo que fuéramos todos al quiosco.

Yo pregunté si íbamos a volver a su casa, y él me dijo que sí, así que, Saúl y yo le pedimos quedarnos, y él aceptó.

Una vez hubieran salido del piso, Saúl y yo fuimos al cuarto de Alex, donde nos volvimos a abrazar y nos empezamos a dar besos.

Terminé encima de él en la cama, justo cuando llegaron los demás y nos pillaron en el cuarto, uno en cada extremo de la habitación.

Durante el resto de la tarde, comentamos por privado lo que habíamos hecho, que no fue más que cuatro besos, y se ofreció a acompañarme un rato de camino a casa, yo acepté, a pesar de que no me gusta que me acompañen, pero, justo cuando nos dirigimos a casa... Adrián tuvo la maravillosa idea de acompañarnos a ambos, así que... ñe.

Se lo conté a Julián, mi novio, lo antes que pude, y, aunque de entrada no le hizo gracia, luego lo entendió, dijo que era asunto mío y que era un tema paralelo a nuestra relación. Me alegro de que de verdad entienda lo que es una relación abierta, tenía bastante miedo de su reacción.

Empezó la semana y parecía que todo aquello nunca había sucedido, Chincheta, observador como ninguno, nos había calado a Saúl y a mi, pero se lo negué y no me insistió, aunque no creo que le convenciera. En nuestro sitio en el recreo, solemos estar sólo mi hermano, Chincheta y Mateo, pero el miércoles... apareció Saúl, y estuvo todo el rato con nosotros, aunque a penas hablamos nada.

El jueves, Saúl volvió a estar con nosotros, y, al final del recreo, subimos las escaleras juntos, en silencio.

Ese mismo día, me contestó al whastapp, que, al parecer, no había abierto desde el lunes. Estuvimos hablando y coincidimos en que debíamos hablar más, y que... me tenía afecto, aunque no usara una etiqueta de novia o amiga, el sentimiento estaba ahí.

Así que hoy, al bajar al recreo, intentamos hablar, y, la verdad, lo conseguimos, aunque sólo hablamos de temas superfluos, pero bueno, el caso es empezar.

A la salida, coincidimos en el pasillo y me preguntó por el examen de historia, que ya había tenido ayer, pero bueno, fue un detalle.

Me siento muy bien porque se ve que él está interesado, es él el que lleva la iniciativa, y me encanta saber que, después de tantos años, un chico se ha fijado en mi.

El lunes volveremos a quedar en casa de mi hermano, y no sé qué pasará, pero bueno, ahora, lo primordial es que nos conozcamos, hablemos y todo eso.

Mateo, Chincheta o cualquiera del grupo, si estáis leyendo esto, sorpresa! No se lo digáis a nadie todavía ;)

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