La verdad es que me gusta esto de tener un blog, siempre he sido muy desorganizada como para tener un diario, el primer día escribía como cuatro hojas, el segundo, dos hojas escasas, y el tercer día... ya ni sabía dónde estaba. Lo malo de esto es que no tengo toda la libertad que podría tener en un diario de papel, ya que aquí puede entrar quien quiera y ver todo lo que escribo, así que no puedo poner a parir a quien quiera, y, en algunos casos, ni dar nombres... pero bueno, al menos, cuando sea una vieja arrugada y rodeada de gatos, leeré esto y me acordaré de todo lo que he vivido...
Bueno, no sé cómo subir eso... no encuentro el código ese que tenía que aparecer cuando le das a compartir...
Pero na, antes que no subir nada, prefiero contaros lo que hemos hecho el sábado por la noche:
¡FIESTA DE PIJAMAS!
Bueno, más o menos. Mis padres no me dejan meter en casa a nada que emita sonidos o que realice las funciones vitales, así que tuve que llamar a mis compañeras cuando ellos se marcharon a dar una vuelta.
Llegaron sobre las 6:19, con todos los ingredientes necesarios para preparar frisuelos con colacao
Nos pusimos los pijamas y a la cocina de cabeza! Con la música a todo volumen, cocinamos todo lo rápido que pudimos y conseguimos hacer... bueno, todavía no tengo muy claro qué fue lo que nos salió, porque mucha forma de frisuelo no tenían... y tampoco tenían el color amarillo, eran más bien negros... pero bueno, que estaban riquísimos! Lo único que mis padres volvieron antes de lo previsto y tuvimos que encerrarnos en mi cuarto hasta que nos acabamos los frisuelos, a mi madre casi le da algo cuando vio como habíamos dejado la cocina, pero se le pasó cuando le di los frisuelos que había reservado para ellos.
Mis amigas tuvieron que salir a la calle en pijama y con la cara llena de chocolate, pero como estamos en carnaval, no creo que nadie se fijase en ellas
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