lunes, 27 de junio de 2016

Experimento

Hace mucho calor y tenemos mucho tiempo libre, y era cuestión de tiempo que a Dani se le ocurriese cualquier tipo de entretenimiento poco común que nos llevase a una aventura.

Hemos decidido realizar un pequeño experimento:
Hemos seleccionado a dos chicas diferentes, que no se conocen y que van a una piscina diferente.
🔹El sujeto G es guapa, delgada, de piel morena y cabello rubio. Va a la piscina de la urbanización y le encanta el sushi, (Como a Raquel ❤) el baloncesto y quiere ser abogada.
🔹El sujeto Z tiene rasgos... extraños, delgada, de piel blanca y cabello rojo. Va a la piscina del pueblo y le encantan los animales, el ajedrez y no tiene claro qué hacer con su futuro.

Ambas tienen la misma edad, 19 años, y nos hemos pasado mucho tiempo observándolas para averiguar sus gustos y su orientación sexual.

El experimento es el siguiente:
Dani, una chica guapísima, va a hacerse pasar por una persona muy superficial y bastante ignorante, y yo, un bicho, tendré que aparentar ser alguien con quien se puede hablar de todo, comprensiva y dulce.
Tanto Dani como yo tendremos que despertar el interés de las dos chicas.
Según el principio de evolución, Dani tendría más posibilidades porque el individuo busca un padre fuerte que pueda dar genes buenos a su descendencia, pero es que en este caso, la descendencia no sería posible porque... coño, porque no se puede.
Pero... lo que la mayoría de personas defiende es que la belleza está en el interior, entonces, tendría más posibilidades yo.

Ya hemos entablado contacto con ambos sujetos y la respuesta inicial ya ha sido diferente en ambos casos:

Yo he sido la que ha entrado a las dos, las he saludado y he presentado a Dani, que se esforzaba por no aparentar interés en los sujetos.

El sujeto G, a pesar de mis sutiles intentos de comunicarme, ha estado mirando para Dani toda sesión, con todo su cuerpo mirando en dirección a ella. Dani intentó espantarla un par de veces con comentarios algo ofensivos, pero no le importaron.
El sujeto Z, al pricipio, ha prestado la misma atención a ambas, pero cuando Dani hizo sus primeros comentarios ofensivos, desvió su atención al completo hacia mi.

Las sesiones duran exactamente una hora y la estrategia que utilizamos con un sujeto, lo utilizamos con el otro para estudiar el comportamiento ante la misma acción.

Mañana empezaremos a mostrar el interés que ambas, supuestamente, sentimos hacia las mujeres, a ver qué pasa.

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