sábado, 16 de julio de 2016

Problemas de esófago

Tengo una pequeña manía bastante perjudicial que es sentirme atraída hacia lo extremo. Si me ducho, el agua no puede estar templada, o está helada o está hirviendo. Algo similar me pasa con la bebida, y ahora, en verano, lo normal sería tomar cosas frescas para no tener tanto calor, pero yo, en las largas y anaranjadas tardes de este verano me he dedicado a beber un vaso de leche hirviendo cada día, y eso, me ha pasado factura.




Resulta que esta palabra ya ha aparecido en otros episodios de mi vida, pero ya no tiene el mismo efecto aterrador y deprimente que suele tener. Una vez más, me han alertado de que, si no cambio mis costumbres tendré cáncer de esófago.

Hace unas semanas, empecé a sentir un profundo quemazón en alguna parte más abajo de la garganta. Si tosía, a veces salía sangre, y como no veía una mejoría, me obligaron a ir al médico. Me dijeron que tenía unas heridas en las paredes del esófago provocadas por la ausencia de la mucosa que lo suele cubrir, al parecer, tomar alimentos demasiado calientes debilita esta mucosa y es un factor de riesgo en la aparición de cáncer de esófago.

Por suerte, lo mío no es nada grave, sólo tengo que guardar reposo y cuidar mucho la temperatura de los alimentos que tomo, según me dijeron, en dos o tres semanas, estaré como siempre.

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