sábado, 23 de abril de 2016

Carta de amor. Parte 1.

Hace dos viernes, al intentar entrar en mi cuenta de gmail en el ordenador del instituto, mi compañera de mesa, Lucía, me advirtió de que estaba registrado en la memoria, el correo de Carlota, una chica de segundo de Bachillerato que me tiene loca, y empecé a crear mi peligroso plan.





Al principio, pensé en crear yo un correo que se llamase tequierocarlotabp, pero el nombre ya estaba cogido, así que a ese nombre, le añadí el día en que la hice reír por primera y última vez hasta hoy, y cuando llegase el viernes, dejaría registrado ese correo en la memoria del ordenador, y, entonces, al siguiente viernes, una hora antes de que yo entrase en ese aula, ella lo vería.

Ese era el plan inicial, pero tras una agónica clase de historia, decidí que sería mejor escribirle una carta, porque, aunque podría conseguir su número y hablarle por wass, de esta forma, no podría contestarme hasta el día siguiente, e, incluso, podría ignorarme y hacer como sino pasase nada. Si, tras escribirle un tocho dicíendo todo lo que siento por ella, va y me deja en leído, me muero.

Mi plan es el siguiente: Escribo la carta, luego, el lunes por la mañana, cuando vaya a buscar a Joaquín, él me dará un sobre para meterla, y esperaré hasta la hora de la salida... meca... me acabo de dar cuenta, el lunes tengo séptima hora, tutoría... lo que significa que saldré una hora más tarde que ella... meca... mi plan se acaba de caer... bueno, no pasa nada, con suerte, igual baja la mochila al recreo, y sino, Joaquín y yo esperaremos a que salga y Joaquín le meterá la carta en la mochila sin que se de cuenta, bua es que paso de esperar más, hubiera sido genial si ya lo hubiésemos hecho, porque ella estaría todo el fin de semana dándole vueltas... y la verdad, paso de esperar hasta el martes, si tenemos mucha suerte... puede que nos la encontremos de camino al instituto, pero dudo que pase, dios, eso sería genial, porque la leería en el recreo, porque con lo grande que es, dudo que la pueda leer en un cambio de clase.

Lo malo es que Joaquín no es alguien precisamente discreto, parece un elefante en una cacharrería, y me temo que Carlota se va a dar cuenta de que le está abriendo la mochila, él me jura que no, que no se va a enterar, pero... prefiero ser realista, se va a dar cuenta, lo que no sé es cómo reaccionará, lo ideal sería que se pusiese roja y la guardara, y lo peor sería que me la devolviese sin mirarla, bueno, que sea lo que dios quiera.

La verdad es que no espero que esto cambie nada, ella sabe que me gusta, lo que no sabe es que yo sé que ella sabe que me gusta, pero ella está muy enamorada de otra chica, así que... pero oye, he de decir que, cuando escribí un poco de la carta en clase de inglés, me sentí tan bien... no puedo hablar con ella, porque soy demasiado tímida, pero cuando escribo... todo cambia, puedo decir lo que sea y me siento genial, así que esto será como una despedida al más puro estilo Sara, imaginación + aburrimiento, una mezcla brutal.



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