Ana y Mía

Hace unos cuantos años, empezó una especie de movimiento enfermizo que se llamó "Ana y Mia"

"Ana" es como se denomina a la anorexia, y "Mía" es como llama a la bulimia. Al poner nombre a estos dos trastornos, se les eleva a un grado físico mediante la personificación, y esto no se queda aquí, pues a estas enfermedades se las idolatra como si fuesen diosas.

La verdad es que no sé cómo empezó todo esto. Supongo que alguien empezó a escribir estas cosas en un blog y otra gente con el mismo problema se engancharon a la idea de formar parte de ese grupo, porque cuando sufres este tipo de problemas, te sientes muy solo, aislado del resto del mundo y sufres demasiado. Así que supongo que si alguien alimenta tus miedos y te descubre un mundo a parte con gente que no te juzga, y, encima, te da dos figuras divinas como "Ana" y "Mía", supongo que tu delirio aumenta, y te olvidas de ti misma y de tu entorno.

Existen foros donde se comparten experiencias y trucos para no comer o vomitar sin que nadie lo sepa. También se hacen concursos mensuales para ver quién ha perdido más peso de todos los participantes de la página. Por suerte, este tipo de sitios han sido cerrados por la policía, pero todavía quedan algunos y no son muy difíciles de encontrar.

De todas formas, la gente se está esforzando en cerrar con aguja e hilo una herida que sigue infectada, y eso es lo peor que podrían hacer, pues el principio de la anorexia y de la bulimia no es sólo el contenido de esas páginas, cuando una persona entra en esas páginas, es porque ya estaba enfermo, lo único que hacen ahí es animar a los demás participantes y les hacen creer que es algo divertido. Pero, en realidad, el verdadero problema sigue jugando en los parques, sigue gritando en las calles y sigue riéndose de todo.

El verdadero problema empieza desde que eres pequeño. Las niñas gordas no son bonitas, los niños gordos no pueden jugar con los demás, las niñas gordas son demasiado brutas como para estar con las otras, los niños gordos son demasiado sensibles.

Yo crecí con esos comentarios, y, trece años más tarde, me doy cuenta de que todo sigue exactamente igual.

La hija del novio de mi prima tiene ocho años, y su hermano seis, los dos están delgados y tienen rostros muy bonitos, pero ambos discriminan a otros niños de sus clases porque están gordos o son feos, y eso es algo muy serio, porque, en cualquier momento, estos niños que discriminan pueden ser acosados por otros que sean más crueles, y es entonces cuando serán más débiles.

Hay que proteger tanto al que es acosado como al acosador, pues un niño no se comporta así porque sí, probablemente, los acosadores han sufrido experiencias similares que calman cuando se meten con otros, por eso, hay que enseñar desde que son pequeños, que el físico es algo totalmente irrelevante, que no pueden discriminar a otros bajo ningún concepto, porque lo que ayer eran unas risas y burlas dirigidas a una niña triste, solitaria e imaginativa, hoy es el reino de "Ana y Mia" que se ha cobrado las vidas de miles de personas a lo largo del mundo.

Yo fui a clase de ballet cuando era pequeña, ahí conocí a la que es hoy mi mejor amiga, y las dos estábamos gordas, por eso, y porque no nos gustaba el ballet, éramos apartadas del resto de niñas, que se reían de nosotras. Dani sufrió un caso serio de anorexia, que, por suerte, tuvo un fin y ahora está recuperada, yo siempre opté por la vía del deporte, pero hoy en día sigo estando gorda, no tanto como antes, pero actualmente tengo tres kilos de más y cuando acabe el examen de septiembre, me pondré a seguir con mi rutina de ejercicios, pero es que... muchas veces, si voy a quedar con alguien que me gusta, me salto varias comidas, durante dos días por lo menos, para verme más delgada, y sé que no está bien, pero también entiendo la satisfacción que produce, pero esa satisfacción, que es lo que hace que miles de personas empiecen a presentar trastornos graves, la crea la sociedad por crear esa presión social tan asfixiante de la que nadie está a salvo.