lunes, 22 de agosto de 2016

El libro rojo. Juegos prohibidos

Como la mayoría sabemos, a lo largo de la historia, se han realizado una serie de "juegos" para contactar con el mundo de los muertos, pero, al parecer, hay muchos más "juegos" de los que se cree, este, en especial, es bastante absurdo y carente de sentido.




Se conocen como juegos prohibidos las siguientes actividades:
-La Ouija
-La copa
-La ruleta rusa
-El libro rojo
-No mires atrás
-El diablo en el espejo
-Mary Worth
Hoy voy a centrarme en El Libro Rojo.
Cuando escuché de lo que se trataba, me intrigó bastante.
Como todos los juegos, tiene una serie de normas que se han de respetar si se quiere obtener algún resultado.
1-Necesitas un libro rojo de tapas duras sin imágenes ni dibujos
2-Debes apagar todas las luces
3-El espacio debe quedar iluminado por, al menos, una vela roja.
4-El número mínimo de participantes son dos.
Cuando vi que la cosa iba enserio, me interesó de sobremanera el asunto, pues era un método que desconocía y del que nunca había oído hablar. Más tarde, entendí por qué no era nada conocido.
Las reglas son las siguientes:
- Para empezar, una persona posa su mano izquierda sobre las tapas del libro y formula la siguiente pregunta: "Libro rojo, ¿Podemos jugar?"
- Sin abrir los ojos, el jugador debe abrir el libro e indicar un punto, que sería la respuesta del espíritu.
- Si la respuesta no tiene coherencia, se entiende que no se estableció contacto con un espíritu, si la respuesta tiene coherencia, el juego habra comenzado, y entonces ya le puedes preguntar lo que quieras, siguiendo los pasos anteriores.
El turno de preguntas debe ir rotando, como si se estuviera jugando al Parchís. Debe rotarse el libro en la dirección del jugador que formula la pregunta.
Al principio me pareció bastante escalofriante, hasta que vi cómo lo hacían. Usaban un libro cualquiera, con cosas ya escritas en él, yo pensaba que el espíritu iba a ser el que escribiese algo en el libro, pero de esta forma, es sólo cuestión de tiempo que alguna de tus preguntas pueda relacionarse, aunque sea por mera sugestión, con la información que ofrece el libro.
Es decir, que no hay mejor forma de aprender astrología que con el libro rojo. Te pones ha hacer preguntas, y alguna cuadrará, siempre y cuando, el contenido del libro esté en relación con lo que preguntas.
En fin, que fue una pequeña decepción.

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