viernes, 12 de agosto de 2016

Morfina

Bueno, acabo de vivir uno de los momentos más extraños de mi vida, y, aunque voy a intentar describirlo con exactitud... no creo que lo puedas llegar a entender si no lo has sentido tu mismo antes.

Hace como... tres o dos horas, estaba muy deprimida porque Nuria me había dicho que no quería nada conmigo, y tenía unas ganas de ponerme a llorar... así que me fui a mi cuarto y presioné mi rostro contra la almohada, dejando que las lágrimas empaparsen el tejido.

Nuria me acabó por mandar un mensaje diciendo que estaría encantada de tenerme como amiga, yo le respondí que sin ningún problema, pero que esta noche no, y ella lo aceptó sin problemas.

Iba a apagar el móvil y seguir con mi ejercicio de... desahogo, cuando uno de mis dedos rozó el play de una canción que Dani me acababa de pasar hacía como tres minutos.

La habitación se llenó de su sonido.

Era una canción que ya había escuchado tiempo atrás y que no me había entusiasmado mucho, pero justo en ese momento... empecé a sonreír y a temblar, con los pulmones doloridos y la garganta inflamada.

Es una sensación tan... extraña.

Porque la canción no era algo así como para animarme, de echo, era una canción de amor: "Si se pone a llover" de Bromas Aparte. Este grupo últimamente me ha llamado mucho la atención por el rollo que tiene, es un sonido muy... 2007, no sé cómo expresarlo, me recuerda mucho al Canto del Loco, y es un rock de calidad, no como las pijadas top en ventas que hacen los cantantuchos españoles.

En fin, que... no sé qué me pudo pasar. No fue ningún momento de éxtasis ni nada por el estilo, simplemente se juntaron muchas cosas diferentes y crearon ese estado.

Sonreír cuando sólo hay motivos para llorar y respirar cuando tus pulmones te gritan que pares. Nunca había sentido algo así, pero esto no ha quedado en una simple sensación.

Me he puesto a pensar en por qué estaba triste, no era por Nuria, era por mi, por cómo estaba llevando mi vida: Muy pocos amigos, con un complejo tremendo hacia mi imagen y con serios problemas para comportarme en público. Esto no puede seguir así, ¿Cómo voy a encontrar a alguien que de verdad me quiera si yo no soy capaz de quererme?

Así que... como primer paso para lidiar con ese complejo hacia toda mi imagen, voy a retomar un proyecto que nunca he conseguido empezar, y es, nada más y nada menos que... el canal de YouTube!

Odio mi voz, odio mi cara, odio mi cuerpo... no me gusta nada, pero no puedo resignarme y esconderme, voy a hacer vídeos, subirlos, y aprender a respetarme a mi misma.

Mañana, voy a intentar quedar con Joaquín en su casa, por la tarde y voy a esconder el móvil y ponerlo a grabar.

Voy a hacerle la broma de que estoy enamorada de él, a ver cómo reacciona, luego haremos un video de presentación y lo subiremos todo junto.

No sé si podré hacerlo, porque Joaquín no es tonto, igual me pilla, pero por intentarlo...

¿Sabes de qué tengo miedo? De que esta seguridad repentina sea sólo otra barrera para creer que soy fuerte, y, en vez de ayudarme, sólo me haga más daño. Como si fuese una anestesia, ni el dolor ni las heridas desaparecen, pero al menos, no lo sientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario