domingo, 15 de octubre de 2017

El poder en el trabajo social

La analogía reduccionista ha relacionado con tal fuerza al poder con la política que ya no se concibe la existencia de uno sin el otro, unido a la censura moral, que identifica al poder con la dominación, prendiéndose sinónimos.

Sin embargo, para los trabajadores sociales, la relación con el poder se justifica de manera más pragmática, ya que se convive cotidianamente con experiencias de injusticia ligadas al poder, sin vías de soluciones efectivas, además, la práctica del trabajador social se establece a partir un proceso de toma de decisión en una relación desigual.

El poder, como hecho social, es un concepto problemático, con múltiples perspectivas y enfoques. Se puede entender como un concepto que expresa la energía capaz de conseguir que la conducta de los demás se adapte a la propia voluntad (Molina, 1998) o como la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad (Max Weber, 1979; 43)

Las formas de poder que se han llegado a destacar y a admitir son: la coerción, ya sea mediante amenazas o promesas de recompensa, la manipulación, el derecho y la influencia

Si seguimos el análisis de Lukes  (1985) sobre los enfoques del poder, podemos destacar tres consideraciones básicas:

-Toda relación de poder implica un conflicto de intereses entre las partes
-El poder no sólo se aprecia en las decisiones efectivas, sino también en las no decisiones.
-La influencia y el poder forman dos conjuntos en interacción coincidiendo en una parte y diferenciándose en otra, sugiriendo que, cuando la autonomía no se ve afectada o se incrementa, se trata de influencia.

Michel Foucault es el principal referente en el análisis del poder, especialmente incisivo en el ámbito del trabajo social, criticando el modelo jurídico-liberal de poder y adoptando un paradigma estratégico, que percibe el poder como una posesión que tiene una sola dirección, de arriba hacia abajo, el poder controla y utiliza, manifestándose en procedimientos de exclusión y de encierro (Ibáñez, 1983)

La concepción que propone Foucault (1992a) se basa en:

-El poder no es algo que se adquiera, se ejerce en las relaciones móviles y no igualitarias.
-Las relaciones de poder sin inmanentes a otro tipo de relaciones, constituyen las condiciones y los efectos de desigualdad y desequilibrio.
-El poder viene de abajo, y forma líneas de fuerza difusas por todo el sistema social.
-El poder no es siempre negativo, puede tener un aspecto productivo porque promueve, regula y configura campos de posibilidad.
-Donde hay relaciones de poder hay resistencias al poder, un contrapoder
que se forma en su misma relación, estando dentro de la red de poder.
-Y por último, la disciplina es una fórmula general de dominación que se basa en el control minucioso del sujeto mediante el examen sistemático, la distribución espacial y la normalización.

En el ejercicio profesional de un trabajador social, podemos comprobar que su experiencia sobre el poder se base en estos cuatro escenarios:

-La vivencia del cliente, mediante la cual se conocen muchas situaciones sociales que son, actos de abuso o de ejercicio inadecuado de poder. Se trata de un conocimiento indirecto, y supone una referencia para observar el poder en los niveles más elementales.
-La relación de ayuda, cuando el profesional del trabajo social desempeña una labor revestida de poder, este poder se incrementa a causa de la naturaleza de la relación que debe establecerse para que sea efectiva la ayuda, cuyo propósito es procurar cambios emancipadores en las personas.
-La estructura organizativa, el escenario donde se producen ingentes relaciones de poder. El profesional es un trabajador asalariado, además, ocupa una determinada posición en la estructura organizativa que le atribuyen  situaciones y grados de poder diferentes
-El aparato político, agrupa el sistema político y administrativo en sus diferentes funciones
y niveles estatales, materializandose en la política social que son las que interrelacionan dichos sistemas de poder con la sociedad, de
la que emana a su vez el poder de legitimar legalmente al poder político.

Las relaciones de poder que implican al trabajador social pueden clasificarse en dos direcciones: como «sujeto de poder» o bien como «objeto de poder» (Bayón, 1995:18). En el primer caso, el trabajador social tiene una posición ventajosa mediante la cual tiene la facultad de imponer su criterio. En el caso opuesto, el profesional será el receptor de las dinámicas de poder que otros individuos ejerzan sobre él, es decir, la propia posición estructural que se crea entre profesional y cliente conlleva una diferencia de poder y se produce una relación de ayuda que resulta efectiva para el cliente, Foucault sostiene que son inevitables estas relaciones de poder y, Healy por su parte afirma que «aunque los trabajadores oficiales no puedan evitar la utilización del poder, sí pueden aumentar la responsabilidad, la humanidad y la justicia con las que se ejerza ese poder» (Healy, 2001:102).
El poder disciplinario encarna las acciones que Foucault denomina «prácticas que dividen», cuyo objeto principal es construir sistemas de clasificación y, mediante ellos, conseguir la «normalización» de la población para actuar discretamente sobre los individuos y conformarlos a la norma, el control, implícito y generalizado, puesto que al adecuar la conducta a una ley instituida desde el poder, como un mecanismo de sumisión, sin embargo, no logra nunca la dominación total de los sujetos, sino que induce a participar en la regulación que se propone, aunque, el rechazo total o parcial a esta participación es un signo
de resistencia al poder (Wang, 2001:283) que no es, ni más ni menos que el complemento recíproco del poder y lo diferencia de la dominación, porque «cuando un individuo o grupo llegan a bloquear un campo de relaciones de poder, volviéndolas inmóviles y fijas e impidiendo toda reversibilidad de movimiento, estamos ante lo que se puede denominar un estado de dominación» (Foucault, 1999:395). A pesar de esto, el mismo Foucault admite que carece de sentido distinguir entre formas controladoras y no controladoras de trabajo social, porque en muchos contextos de práctica el control social explícito constituye una dimensión inevitable, determinando que lo importante es reconocer las formas de control y hacer que este sea más responsable y justo para quienes estén sometidos a él.
Buena parte del poder del trabajador social le viene otorgado por la organización donde presta sus servicios, toda intervención en un marco organizativo debe considerarse una actuación por delegación de los responsables de ésta, estableciendo unos vínculos que
delimitan el comportamiento de sus miembros y regulen las relaciones para el funcionamiento de la organización. Aun así, hay diferencias considerables entre los profesionales a la hora de hacer prevalecer su autonomía de acción, sobretodo en el ámbito de «gestión administrada de problemas» porque se han de incorporar unos roles, unas funciones y unos dispositivos incubados desde la disciplina administrativa. En definitiva, «las prácticas institucionales crean al mismo tiempo al cliente y al trabajador social, como dos caras de la misma moneda [...] define las actuaciones del trabajador social y las formas de relacionarse con el cliente» (Chambon, 2001:154).

El poder también se manifiesta en la arquitectura, en los espacios de dominio diferencial para los sujetos: los filtros para el acceso, la mesa que separa, etc. Como analizó Erving Goffman, estos signos de poder se multiplican y magnifican con el fin de influir en la identidades segregadas de los internos, como una versión idealizada del panóptico, ya que se pueden observar los datos de los clientes recopilados por el saber profesional y los actos de intervención para producir estadísticas como una nueva verdad política. «La aritmética de estas estadísticas representan las relaciones de poder en el estado o la agencia [...] es una estrategia de poder que incrementa la fuerza del cuerpo político» (Moffat, 2001:333).

En conclusión, el poder es una red que se extiende por toda la sociedad, ningún resquicio en esta, está libre de él, aunque se presenten resistencias, pues es algo que surge por naturaleza, sin embargo, hay varias formas en las que el poder se manifiesta dentro del trabajo social, haciendo, de manera inseparable, que existan las figuras de cliente y profesional, que las organizaciones regulen las relaciones entre estos y que las estructuras arquitectónicas y organizativas jerarquicen el trabajo con el fin de maximizar la productividad y utilidad de los recursos.

Glosario

Paradigma estratégico: Se utiliza para hacer referencia a un modelo simplificado de la realidad, asumiendo la perspectiva de los individuos involucrados en las relaciones sociales.
Censura moral: eliminación de materiales que se consideran moralmente cuestionables.
Dominio diferencial: Autoridad que ejerce su poder mediante el trato discriminatorio de variables.
Panóptico social: Se trata de un símil que utiliza la idea de la prisión diseñada por el filósofo Jeremy Bentham en el siglo XVIII, donde la prisión priva a los reos de toda intimidad. Foucault lo utiliza para remarcar la nueva estrategia controladora del sistema que organiza la información de todo ciudadano de manera que ni el propio cliente es consciente de ello.
Conocimiento indirecto: En conjunto, representa las ideas, opiniones y juicios que tenemos pero que nosotros mismos no hemos elaborado, sino que parten de nuestro ámbito social.

domingo, 1 de octubre de 2017

Nieves

A través de los amigos que se han quedado en el instituto, me ha llegado la noticia de que Nieves, la profesora de filosofía, se ha jubilado.

La verdad es que... es una persona a la que admiro, desde el primer día de clase, fue una ruptura con todo lo que había vivido en ese instituto y es una verdadera lástima que se vaya pero...

...pero los recuerdos se mantienen.

El viaje a Bilbao, el viaje a Valladolid, las broncas de las mañanas, las risas de las tardes, los recreos en que salía al patio y ya estaba ella haciendo su ronda, el típico "guajones", la agudeza con que escuchaba y la seguridad con la que hablaba... a mi me ha marcado muchísimo y, junto con algunos otros profesores, es el motivo de que siga estudiando.

Una cosa que siempre me llamó la atención de ella, es que siempre repetía que los profesores no enseñaban nada, que eran incapaces de hacernos comprender y asimilar contenidos, y nunca llegué a decirle todo lo que se equivocó al afirmar aquello, y ya no estoy hablando sólo de mi, sino de todo mi curso, a todos nos transmitió la pasión por la filosofía, aunque no nos gustara la asignatura o fuera difícil de estudiar, todos esperábamos con ganas su clase, incluso los que fingían dormir, que escuchaban atentos sus charlas sobre Platón, Aristóteles, al que seguían una serie de insultos, o Descartes. Todos le prestábamos atención, por mucho que algunos quisieran aparentar lo contrario, y creo que absolutamente todos tenemos mil cosas que agradecerle.

No sé qué hará ahora pero espero que disfrute de todos los días, que viva con la misma pasión que con la que daba clase, que siga aprendiendo cosas y que siga siendo el referente para más personas.

Atrás han quedado muchas horas, muchas guardias, desde aquí, lo único que puedo hacer es agradecerle los tres años que estuve con ella, todavía recuerdo la primera vez que la vi, en segundo de la ESO, cuando llegué tarde a clase y entré por error en el aula de alternativa a religión. Estaba leyendo un libro y Sara Ylenia mirándola, en completo silencio y con los bártulos fuera de la mesa.

Siempre escuché rumores sobre lo dura que era, y durante los primeros meses, me pareció la disciplina personificada, pero... con el paso del tiempo, vimos que era un trozo de pan, menos por las mañanas, eso nunca cambió.

Y... poco más tengo que decir de ella, sé que nunca podré agradecerle lo suficiente que me sacara de aquel pozo y que me inspirara para seguir adelante, a pesar de las circunstancias, me ha enseñado que la búsqueda del conocimiento, es la persecución de la libertad, y me aseguraré de transmitir lo mejor posible a mis hijos, nietos y alumnos quién fue, qué hizo y lo que ha logrado, aunque sólo pueda hablar de mi situación y de la de unos pocos más, sé con seguridad que hay bastantes más ejemplos, vidas transformadas por una profesora que sabía que la educación era la oportunidad que todos estábamos pidiendo a gritos.

Una vez más, muchas gracias por todo, y espero que disfrutes de la jubilación, imagino que todavía te quedan muchas cosas por hacer y te deseo la mejor suerte. Nunca podré olvidarte, ni yo ni nadie, ese instituto no volverá a ser el mismo, pero siempre tendremos el eco del recuerdo, la satisfacción de haberte conocido y el orgullo de haber sido tu alumna.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

¿A dónde voy?

Por fin, he empezado la universidad. He estado muy nerviosa por todo el lío de trámites para la matrícula, porque es un sitio nuevo y porque no conozco a nadie pero... ahora, ninguna de esas cuestiones es mi prioridad, el problema es que no sé a dónde voy.

Mi padre, tocahuevos como es, me obligó a pasar las vacaciones en León, y así aprovechaba y levantaba el suelo del piso que tenemos en la ciudad. Por culpa de eso, no pude ir a la presentación, me perdí las explicaciones y, lo más importante, el horario.

Ahora, no sé en qué grupo estoy, y, además, varias clases prácticas se me juntan con otras, así que... mañana mismo voy derechita a Secretaría a que me ayuden, porque esto es un lío.

Por lo demás... ya he vivido mi primer día y... podía haber sido peor.

Tras un verano frío... el primer día de clase resulta ser uno de los más calurosos del verano, todas las ventanas de las clases abiertas, y, aún así, era asfixiante, lo bueno, es que no sólo sudaba yo, así que... no me sentía tan incómoda.

Por otra parte, empecé muy bien, me junté con un grupo de dos chicas y un chico, pero enseguida llegaron otras dos chicas y me marginaron. La verdad es que, quitando a la chica que me marginó, las demás son guapísimas, todas a su manera, claro está, pero la verdad es que son preciosas. También hay algún chico, la mayoría repetidores, y son más reservados.

Aunque no hablé mucho con nadie, la gente es muy amable, le preguntas algo a cualquiera y todos te ponen buena cara, y eso es muy gratificante.

Además, algo que me hace mucha gracia, es que llevo todo el verano pensando en que echaría mucho de menos al profesorado del instituto, en su gran mayoría, pero ha sido llegar allí y... vale que no son los mismos, pero mi profesora de trabajo social es una Nieves 2.0 me recuerda muchísimo a ella, aunque esta ha enseñado más las garras, espero que baje algo el ritmo, pero, sin duda, va a ser una clase muy interesante y espero aprender mil cosas de la asignatura, de la profesora y de mis compañeros. El profesor de historia es como Pilar, se nota que le gusta su trabajo, empieza a hablar y se teletransporta a su mundo, ya se puede derrumbar el edificio que él sigue hablando, ya nos ha mandado deberes y todo. Por último, la profesora de derecho es como Mónica, trabaja todo con presentaciones, aunque también dará apuntes y ya nos ha avisado de que ella va a dar clase al que esté interesado, quien no, que no se presente. Mañana conoceré a los otros dos profesores que quedan, a ver qué tal.

La verdad es que no sé si podré sacar el curso, y, si lo saco... no sé si me agotará demasiado como para continuar. Está claro que tengo que darlo todo desde el primer día, y es lo que voy a hacer, si con eso, no consigo sacarlo, no me voy a sentir mal, lo habré intentado, aunque fue bastante caro, la verdad, me daría mucha rabia repetir o tener que dejarlo, pero bueno, lo primero es lo primero, tengo que averiguar cuál es mi clase y cuál es mi horario.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Pues nada, otro fantasma

Son las 8:49 de la mañana de un domingo en verano, ¿Qué hago despierta? Sucumbir a los caprichos de un nuevo fantasma en la casa de campo.

Resulta que hace nada, estaba yo tan feliz durmiendo, ¿Sabes? Cosa que me gusta hacer un domingo por la mañana teniendo en cuenta que no tengo ninguna obligación y que me acosté a las 4:30 de la madrugada.

Pues bueno, de repente, se encendió la televisión de mi cuarto, a todo volumen, y me despertó. Al principio, pensé que se trataba de  algo que estaría haciendo presión sobre el mando, pero, tras apagarla yo misma con el mando, y volver a intentar dormir, la televisión se vuelve a encender sola, y así repetidas veces, cada vez que se enciende, el volumen se pone al máximo, así que tengo que estar atenta porque como mi madre o mi padre se despierten... me va a caer una...

Por lo menos, están poniendo Shin Chan.

He pensado en que podría ser un corte de luz, pero no, la radio sigue apagada, así que no es eso. Una solución sencilla sería desconectar la televisión, pero es que... como la desenchufe, y se vuelva a encender sola... no me queda pueblo pa correr.

jueves, 31 de agosto de 2017

La puerta del baño

Por fenómenos que no sé explicar, en mi casa hay una regla muy sencilla: En verano, la puerta del baño se tiene que dejar abierta de par en par, y, en invierno, cerrada a cal y canto. Sencillo, ¿No? Pues...

Desde siempre he necesitado hacer rutinas para llevar con buen ritmo y orden los días, me cuesta pillar los hábitos, pero una vez que lo tengo, lo repetiré de forma automática siempre, y eso tiene sus inconvenientes...

Una de las principales discusiones en mi casa se genera por la dichosa puerta del baño, creo que tiene que ver con el respiradero que da a la calle, por el que entra aire frío, pero vamos, que haga el tiempo que haga, siempre coloco la puerta mal.

Es bastante frustrante, porque cuando me acostumbro a dejarla cerrada, ya es tiempo de dejarla abierta, y vuelta a empezar, es como un círculo vicioso.

Mi madre dice que es porque soy tonta, que no entiendo una orden sencilla, no creo que ese sea el problema, entiendo la orden, entiendo más o menos el motivo, pero mi cerebro actúa en favor de la rutina y precisamente por eso me he llevado más de mil broncas a lo largo de mi infancia, bueno, y a día de hoy, definitivamente, hay cosas que no se pueden cambiar.

viernes, 11 de agosto de 2017

Nueva aventura

Desde hace un par de días, Dani volvió de su viaje por el mundo, y vino hablando un nuevo idioma: El tailandés.

Me resulta increíble ver como, sólo estando por esa zona unas semanas, es capaz de hablar con tanta fluidez, a pesar de que viviera prácticamente con la gente de allí, no sé, me parece un aprendizaje demasiado rápido, igual se lo está inventando todo y se está riendo de mi.😅😅😅

El caso es que me entró curiosidad, y, aunque se pone insoportable cuando le pido que me enseñe algo, acabé rindiéndome a la tentación y... bueno.📚📚📚

No es tan difícil como parece, lo más complicado se resume en la parte escrita, porque las estructuras son muy simples sujeto+verbo+objeto, y los tiempos verbales básicos se limitan a indicarse con una palabra que se puede poner antes o después del verbo, por ejemplo, en el presente se puede utilizar Kamlang antes del verbo o Yùu después del verbo, que vienen a significar algo parecido a la palabra ahora. Para el pasado se utiliza Yáeo al final de la frase, y significa algo similar a ya, sería como decir: He llegado ya. Y para el futuro, se utiliza Yà antes del verbo o algún indicativo de tiempo en el futuro. Lo mejor de este idioma es que no tiene conjugaciones, y eso ahorra mucho tiempo.

Además, algo fundamental es aprender las personas, y tener mucho cuidado al utilizarlas, ya que según cual utilices, puedes estar siendo formal o informal, y en Tailandia, esto es esencial para tratar con la gente, que, de cara al público, son muy amables, pero hay que respetar sus tradiciones y aprender a diferenciar los distintos ámbitos en la vida personal, pues, según me ha contado Dani, son muy cuidadosos con quienes meten en sus casas, aunque sea para unos segundos.

No creo que sea bueno estudiar este idioma precisamente, debería ponerme con el francés o el alemán, pero... bueno, es verano, quiero disfrutar, y aprender algo que me apetece debe de ser la mejor manera para ello, además, quién sabe, quizá lo necesite algún día, Tailandia es un país con una fauna muy extensa e increíble, aunque tenga animales que pueden ser mortales, no estaría mal visitarlo alguna vez, sin embargo... llevo bastante mal eso de comer lo que está fuera de mi ámbito cultural, y... no sé yo si podría sobrevivir allí.🐜🐜🐜

martes, 8 de agosto de 2017

El nacional socialista

Mateo, un amigo del grupo de superdotados de la vida, tiene un amigo llamado Andrés al que a veces le cuento mi vida, y el otro día, me dio por pedirle que me buscara a algún chico para mi, pues bueno...

Resulta que el chico que encontró se llama Moisés, alto, rubio, de ojos claros, muy mono, y ayer empezamos a hablar y quedamos hoy.

Las cosas eran claras: Ambos queríamos algo.

Fui hasta el museo del ferrocarril, y cuando llegué, me dijo que me fuera a no sé qué parque, que se había retrasado y que tardaría demasiado, y allí fui, a la mierda haberme peinado por el viento y sudé más de lo que me gustaría.

Primero, nos cruzamos, pero no nos dimos cuenta, luego ya sí y estuvimos hablando y... bueno, era un chico serio, pero bastante guapo, y tenía muchas ganas de que me contara cosas.

Llegamos hasta un parque enorme y nos sentamos a hablar en unas gradas. La verdad es que la conversación más o menos fluía, hasta que me dijo:" Si te meto un pico, ¿Pasa algo? "
Le dije que no, que me parecía bien y nos empezamos a liar, pero él enseguida me metió mano, yo... bueno, le seguí el juego, más o menos, y entonces, me dijo que, de tanto tocar la guitarra, se le habían inflamado los tendones, vamos, lo mismo que me pasó a mi en el pie, y claro... si yo no hacia que acabase, iba a pasarlo mal, porque él solo no podía y ya llevaba bastante sin desahogarse.

La cosa es que un parque es un parque, y claro, pasaba gente de vez en cuando, y yo me sentía incómoda, además, de las conversaciones que tuvimos, surgió el tema de la situación actual de la sociedad, y me dijo que él era nacional socialista y... bueno, la verdad es que le dio bastante igual que yo fuera anarcosindicalista, pero va, yo no pasé por alto su condición, y eso me hacía sentir un poco mal, porque él... parecía buen chico, majo, atento, un poco brusco, pero nada muy fuera de lo común, hasta me ofreció de sus cigarrillos las tres veces que sacó la cajetilla, obviamente, los rechacé, nunca he fumado y no tengo previsto empezar.

El caso es que tuve que decirle que prefería no avanzar más y él se quedó algo frustrado.

Cuando llegué a casa, hablamos un poco, pero enseguida me dijo que él se sentía mal, porque conmigo sólo quería sexo, y como sabía que yo quería más, prefería dejarlo como estaba, así que... nos deseamos suerte y se acabó.

Tampoco es que le hubiera cogido mucho cariño, pero va, sí que tenía esperanzas en él, de todas formas... no lo entiendo, él hizo lo correcto, cortó con todo antes de que fuera tarde, yo no hice nada que no quisiera hacer, no llegamos muy lejos, pero aún así, me siento fatal.

La verdad es que es uno de los pozos más grandes en los que he caído, o así lo siento, y supongo que debería irme a dormir y dejar que mi cabeza se ordenara con el sueño, pero es que... no puedo, y me he llegado a plantear para qué seguir viviendo, pero es que no tiene sentido, quiero decir... he salido de situaciones mucho más complejas, ¿Por qué estoy tan hundida? Es absurdo, y espero no hacer ninguna tontería, porque vamos, ya lo que me faltaba.

viernes, 4 de agosto de 2017

El reloj

Tras las manecillas de aquella tarde, se escondía la perfecta melodía de un reloj sin prisa, vencido por la edad, que avanzaba por el fluir del tiempo con los ojos cerrados, acaparando cualquier oportunidad para escapar de la tortuosa rutina sin alma.

Atormentado por aquella obra teatral llena de penurias, vivía la bestia, atrapada en medio de una feroz batalla entre las fuerzas invisibles que movían su mundo, atrapada entre las páginas en blanco de un diario mudo.

Tocando el áspero sabor del viento, la bestia se pasaba las tardes preparando la cacería que su dueña reclamará por la mañana, al frío alarido del alba, pero esta tarde fluía un extraño susurro entre la hierba, un rumor que se abría paso entre las corrientes de los ríos cercanos y llegaba hasta su oído, que examinaba con cautela aquella alteración del ambiente.

Una pincelada de color en una paleta de grises, un palpitante sueño que generaba el bostezo revelador abriendo paso a un sinfín de ilusiones y posibilidades, llenando cada rincón de la solución a la discusión dualista eternamente definida por los contornos difuminados de las mentes paranoicas de quienes ven lo que no hay y al contrario.

Fue sólo un segundo, pero bastó para atravesar su espalda como si una tormenta eléctrica se debatiera en el interior, liberando a un león herido que salía a la batalla mostrando unos relucientes colmillos, envenenados por la maldad más absoluta.

Desgarrado sus entrañas y ahogando su corazón, aquella mirada verde se clavó dentro de lo que ya no era un simple ser, atravesó cada fibra y cada respiración, y regaló un puñado de sal al reloj de arena sonámbulo, declarando un tiempo muerto a la gran incógnita que hacia proseguir el transcurso del tiempo a un ritmo tan dinámico.

Ahora lo sabía, sabía que no sabía nada, pues hasta ese momento, la vida que ya no podía haber sido real, había sido su apoyo existencial, pero ahora... sabía que era consciente, sabía que había algo, sabía que había alguien.

jueves, 27 de julio de 2017

Cambiando el rumbo

Ahora que ya sé con claridad que no voy a poder hacer magisterio infantil en la universidad... sólo me quedan dos opciones, la primera, hacer el módulo superior en educación infantil, y la segunda... la segunda opción podría dar un vuelco a toda mi vida.

Con mi nota, no sería descabellado pensar en entrar a trabajo social, un grado universitario con múltiples salidas en diferentes campos laborales, administración pública, servicios sociales, justicia, educación... y donde me gustaría profundizar, en las ONGs.

Siempre pensé que cuidar de los niños era una prioridad internacional, ellos serán los herederos de la Tierra, y, por desgracia, hay millones de niños alrededor del mundo que no tienen el privilegio de la educación, así que...

Primero pensé en un voluntariado a cualquier país del mundo durante los años que establezca la organización con la que colabore, pero luego me di cuenta de que para ir a determinadas regiones, hace falta vacunarse de algunas enfermedades y... en ese proceso intervienen agujas, así que pensé en otra cosa.

Puedo intentar hacer el grado de trabajo social, y si lo consigo acabar, hacer el módulo superior en educación infantil de dos años, si hago eso... creo que me gustaría ir a pueblos o a países con bajos recursos económicos o con un sistema de educación deficiente y trabajar allí con niños, en reformatorios o internados. No sé, quizá todavía exista alguna esperanza.

Por otra parte... mis niños pasan a bachillerato.

Se han hecho muy mayores, todavía me acuerdo de cuando medían sólo dos centímetros más que yo, ay, mis pequeños superdotados...

Chincheta va a hacer el bachillerato de la salud y el tecnológico, ha hecho una combinación algo suicida y se ha decantado por ella.
Mateo, irá a letras, con mi hermano, se creen que, porque no tener matemáticas, va a ser algo fácil... pobrecillos, ya se darán cuenta.
Y Saúl... Saúl creo que va a hacer el de ciencias de la salud, pero no estoy muy segura, siempre comenta que le gustaría ser fisioterapeuta, pero también programador, de todas formas, no tengo ninguna duda de que le irá bien.

Los veo tan pequeños que no me puedo creer que, hace un año, yo estaba en su piel, pensando en qué elegir. Sólo nos separan dos cursos académicos pero... no sé, aunque ahora soy más consciente que nunca... creo que siempre los veré como esos niños de primero de la ESO que iban perdidos de un lado para otro en el recreo, con los que me escondía detrás de la casa blanca cuando no quería ir a clase, aunque ellos me obligaran a ir al final, con los que jugué tantas veces al fútbol y a la consola...

Me da algo de pena dejar todo eso atrás, sólo quedan fotos y vídeos de aquellas experiencias pero... todavía tengo a mucha gente que conocer, quizá encuentre a otro grupo de niños perdidos, o puede que alguien me encuentre a mi y me guíe estos años, no sé qué puede pasar pero... ellos siempre serán mis niños, mis pequeños, a los que tengo que cuidar y proteger, sin cortarles las alas y dejando que vivan libres.

miércoles, 19 de julio de 2017

No me esfuerzo

La profesora de gimansia se jubiló el curso anterior, y, para este año, vino un profesor nuevo. Sabía que todo iba a cambiar un poco, pero... no me esperaba para nada el resultado.

Resulta que este curso no iba a tener educación física, sino una nueva asignatura de una hora semanal llamada "Mantenimiento físico" que, según nos había explicado la antigua profesora, consistía en que el alumno tuviera una hora semanal para aprender a mantener una forma física y poder prestar un rendimiento aceptable.

Siempre me han encantado los deportes, todos ellos, pero se me dan mal la mayoría por un serio problema de coordinación, y, por ello, desde muy pequeña me han metido en deportes que requerían únicamente coordinación simple, como fue el kárate y el judo, mejoré bastante y llegué a pensar que ya lo había solucionado por completo, pero... en cuanto lo dejé, los problemas empezaron a reaparecer.

Sin pensarlo mucho, elegí mantenimiento físico como materia, al igual que muchos otros alumnos, y la sorpresa fue notable al comprobar que, la gran mayoría, no acudían a esa clase, pese a haberla escogido, y es que, claro, era justo después del recreo, piraban recreo, salían del instituto y no volvían hasta quinta hora.

Al principio, me dan igual, menos gente con la que compartir clase. No me gustaba como el profesor daba la clase, se tiraba media hora hablando y luego, vente minutos repitiendo el discurso, las clases eran aburridas y lentas, y, encima, nos pedía que hiciéramos actividades grupales, y fue entonces cuando comenzó todo el lío.

En esa clase sólo había pijas y gilipollas, quitando a seis o siete personas, los demás, todo basura. Se metían con los demás por el físico, eran los primeros en reírse ante una agresión, solían hacer comentarios machistas y, la atención de las chicas giraba entorno a los chicos, y la atención de los chicos giraba entorno al cabecilla de grupo, que tampoco tenía muchas luces. Y... obviamente, una cría enana, gorda, fea y callada, era el blanco perfecto para todas las burlas, ya lo había sido durante dos años por los pasillos del instituto, nunca a la cara, pero dolía igual.

El caso es que, en la segunda clase, el paisano nos mandó hacer un puente con picas apoyadas en nuestros hombros, de manera que creamos un pasillo de finos palos de madera a medio metro del suelo, y pretendía que todos fuéramos pasando por el, relevándonos los unos a los otros. Dio la casualidad de que esa semana estaba costipadísima, y, encima, aquella clase fue al aire libre, lo que hizo que los ojos se me iritasen todavía más, y, si ya de normal veo mal, aquello iba a ser imposible. Aguanté mi puesto y ayudé a los que iban pasando, pero entonces, me quedé la última y el paisano me increpó y me acorraló para que le dijera por qué no quería hacerlo, anunciando, alto y claro, que el ejercicio no estaba superado porque yo no quería hacerlo. A pesar de los problemas físicos, no tenía miedo a caer, si caía, me levantaba y ya, el problema eran las burlas, los susurros a las espaldas, que, al llegar al vestuario, se hicieron más que claros. Las niñas decían que era tonta, que nunca quería hacer nada, que en inglés tampoco hacía nada (Tengo tres títulos oficiales de inglés, el nivel del instituto se me quedaba muy abajo) y un sin fin de reproches y críticas sin fundamento.

La verdad es que tengo un carácter muy fuerte, y cuando me insultan o me hacen de menos de manera tan despectiva, la adrenalina inunda mi torrente sanguíneo en cuestión de segundos, y me sería relativamente fácil agarrales por las cuencas oculares y estamparles el cráneo contra una pared, pero, he aprendido a controlarme, y es horrible, porque estoy como una hora con sudores fríos y temblando, aunque, si dejo rienda suelta a mis impulsos, esa fase de temblores también se produce, no con la misma intensidad pero no es mucho mejor, y, por ello, decidí guardar en mi memoria aquel suceso, esperando que no se volviera a repetir.

Y tenía razón, no se volvió a repetir hasta el último trimestre.

La asignatura había sido una completa decepción, bueno, más bien, la decepción fue el profesor, que, ni corto ni perezoso, subió la nota a aquellas personas que ni se molestaban en ir a clase, sólo iban el día del examen y hacían cuatro cosas, llegando al punto de dejarme en un examen a mi con un 6, la nota más baja de toda la clase, y, a otra niña que no había venido ni un sólo día, un 9, pero es que la cosa no acaba ahí, porque resulta que, casi todas las compañeras que estaban a mi alrededor, copiaron exactamente lo que yo estaba haciendo, y él les puso notas bastante más altas, cuando, repito, habíamos hecho exactamente los mismos movimientos.

En el último trimestre, teníamos que hacer todo en equipos de tres personas, yo me junté con una loca del piragüismo y una loca de las artes marciales y futura escritora de éxito. Ambas trabajan muy bien y son muy cuidadosas con los detalles, a veces, demasiado.

Lo que teníamos que hacer durante el trimestre era dar nosotros una clase, y, la primera, fue la de una niña que a penas aparecía por clase pero que sacaba notas bastante altas en esa materia. Nos dio una clase de sevillana y, llegó un momento en que tuvimos que ponernos en parejas y él vino directo a mi grupo y me separó de ellas, me quedé totalmente sola, nadie quería bailar conmigo, y, como era de esperar, me cerré en banda a seguir bailando. Como ya he explicado, me cuesta muchísimo coordinar y me llevo mal con prácticamente todos los de aquella clase, pero el paisano empezó a echarme la bronca, que si era una maleducada, que si no participaba y, queriendo recurrir al tópico de la mujer marimacho que odia todo lo relacionado con los roles femeninos clásicos, me acusó de tener prejuicios, no sólo contra el baile, sino también contra la alumna que estaba impartiendo la clase, y, como no, ahí metió la pata de una manera descomunal, pues a mi el baile me encanta y las sevillanas, más, y, encima, el año pasado había ido a unas clases un poco de broma con aquella misma chica ya que la academia de baile nos dejaba hacerlo. Además de eso, interrumpió la clase en numerosas ocasiones para resaltar a los demás compañeros que yo me había negado a participar, sin embargo, en el otro extremo de la clase, sentado en un banco, con la gorra y vaqueros, había un chico con el móvil que tampoco quería participar, pero claro, a él no le dijo nada...

El resultado final fue que tuve que hablar con la tutora y fuimos ambas a presentarle un informe donde se plasmaban de manera oficial mis problemas de coordinación, además de otros relacionados con la interacción con otras personas, donde, además, venían anexos unas pautas de interacción para el profesorado, las cuales, él había incumplido casi en su totalidad.

Él empezó a quitarle importancia, y volvió a sacar el tema de los prejuicios, y fue entonces cuando le dije lo de las clases de baile precisamente con aquella chica y entonces se empezó a poner nervioso, y dijo que tenía cosas que hacer y pospuso la conversación para otra ocasión, dejándome llorando delante de un montón de gente que contemplaban la escena.

Por último, tuve que hacer un vídeo con mis compañeras haciendo una actividad física y decidimos enseñar unas llaves simples para defenderse de robos en la calle. Costó mucho trabajo pero lo entregamos a tiempo.

Mis compañeras, haciendo lo mismo que yo, tuvieron ambas un 10, mi nota fue un 6.

El problema más grande es que de media de bachillerato tengo un 6, y, al hacer la media con la selectividad me queda otro 6, que no es mala nota, salvo porque me piden un 6,071 para entrar en el grado de magisterio infantil.

Pero supongo que me lo merezco, ¿No? No me esforcé todo lo que debía, ¿No? No podría ser que puso notas muy injustas, ¿No? Es un profesor, calificó a todo el mundo basándose en unos estándares, ¿No?

De todas formas ¿Qué iba a hacer yo de profesora? Era mi sueño, poder ayudar a niños como yo a integrarse, a tener una infancia normal, tanto en clase como en casa, o, simplemente, a hacerles sentir que no son raros, que no son balas perdidas, que no están solos, sólo quería que ningún niño sufriera por ser como es, y, precisamente por eso, me han arrebatado mi futuro, mi vida.

Quizá la sociedad no esté hecha para gente como yo, quizá todo el mundo tiene razón y no debería seguir, porque sólo existe un perfil válido, y es obvio que no cumplo con los requisitos pero... he llegado tan lejos... he conseguido llegar a la ESO, no he repetido ningún curso, no he tenido que pasar por diversificación, he pasado bachillerato... con todas las críticas y el acoso que he recibido durante años, con las peleas en casa, con mi propia voz interior gritando a todas horas, chillando desesperada, herida de muerte.

Pero, dejémonos de tonterías. El profesor fue justo, la asignatura fue completa, los compañeros amables y entregados, fui yo la que no me esforcé, la nota es justa.

Nunca hay que olvidar que este sistema no quiere a gente que luche contra él, sólo quiere que sus súbditos agachen la cabeza, no me he esforzado por ser normal, y eso lo reconozco, pero si no puedo cambiar el sistema desde dentro, habrá que derribarlo desde fuera. Ahora que he perdido a mi bebé de forma natural, no me queda nadie por quién luchar, pero tampoco nadie por quién vivir.

sábado, 17 de junio de 2017

Hasta aquí

Después de ocho meses... esto ha acabado.

Tras discutir con Julián sobre el posible futuro bebé, hemos decidido dejarlo.

No sé del todo cómo me siento, porque... por una parte me siento mal y por otra, bien, ya que ahora sé que él puede estar con alguien mucho mejor, que le pueda dedicar tiempo y le haga más feliz.

Pero... sé que no encontraré a alguien como él, alguien con quien tener tanta confianza y... puede que acabe muriendo sola, pero creo que es lo que me merezco, y... aunque todavía no sé cómo va a evolucionar el supuesto bicho... creo que ya tengo claro qué hacer con él, a ver si puedo hacer algo bueno, por una vez en mi vida.

Han sido ocho meses de besos fugaces en el pasillo, de posar mi cabeza en su pecho y cerrar los ojos, de besar sus heridas cuando fue necesario y de dejarme guiar entre los árboles del parque... nunca podré olvidar su olor ni su tacto, y este error me perseguirá toda la vida, pero tampoco me arrepiento, se merece a alguien mucho mejor, pero, aún así, me duele.

Julián, si algún día llegas a leer esto... yo he malgastado mi tiempo con un montón de gilipollas, no hagas tú lo mismo.

Por ser rata

La semana pasada me dieron las notas de las recuperaciones, todo aprobado, así que... muy bien, estoy muy contenta, y daría saltos de alegría si no fuera porque...

Mis padres has cogido vacaciones en el trabajo para dos semanas completas, lo que significa que tengo que ir al instituto en bus, y como soy muy rata, vuelvo andando para ahorrarme algunos céntimos, pero resulta que... como he tenido que caminar tanto, de un lado para otro, he sufrido una inflamación en la planta del pie, en la zona superior del hemisferio izquierdo, conocida popularmente como metatarsalgia, entre los metatarsianos primarios y secundarios, pero es que ahí no se queda la cosa, porque resulta que la inflamación es tan grande que ha comprimido los músculos y los nervios adyacentes, y me está provocando un dolor insoportable, de hecho, llevo tres noches sin poder dormir por los dolores intensos, y hoy, he decidido acercarme al centro de salud del pueblo, ya que estoy en León porque mis padres me obligan, y después de un intercambio animado de opiniones con la médica, muy maja, por cierto, hemos llegado a la conclusión de la metatarsalgia, me ha recetado un antiinflamatorio y... Estoy en silla de ruedas para no forzar los músculos ni los tendones.

Yo quería una azul muy mona... Pero me ha dado una gris sosa que tengo que mover yo, y tengo los brazos destrozados... Pero el antiinflamatorio me ha hecho efecto así que... me doy por satisfecha, y me quitarán la silla cuando nos vayamos, tendré que aprovechar para descansar, reposar, y hacer un poco el tonto con ella.

Ahora, sólo me queda preocuparme por una cosa: No me baja la regla. El martes, si estoy bien, iré a la farmacia a por un test de embarazo.

lunes, 5 de junio de 2017

Miedo al embarazo no deseado

Desde que soy muy pequeña, mis padres me han metido en la cabeza que el sexo es algo malo, demoníaco, algo sólo para mayores con una pareja estable, y empiezo a pensar que pueden tener razón.

Siempre he tenido un pánico terrible a quedarme embarazada, y no es una preocupación ligera, no, llega al punto de ser algo totalmente obsesivo, de revisar concienzudamente los preservativos, no quitarme la ropa para evitar roces desafortunados, evitar la penetración todo lo que pueda... Y un sin fin de medidas que parece que sólo yo utilizo.

Me sorprende mucho no encontrar en Internet experiencias similares de chicas o de chicos que temen tener relaciones sexuales completas para evitar un posible embarazo no deseado, ya que creo que es lo peor que le puede pasar a una pareja joven, que todavía no ha acabado los estudios y no es económicamente independiente.

Mi miedo llega a tales extremos que, hace unos meses, la regla me llegó quince días después de lo que había previsto, creo que fue por estrés en el instituto, y menos mal que no había hecho absolutamente nada esos meses, porque sino, a saber la que hubiera podido liar, pero, aún así, me llegué a plantear un embarazo, algo totalmente ilógico, ¿Quién me iba a preñar? ¿El espíritu Santo? Pero aún así... lo pensé.

La verdad es que no tengo miedo a el embarazo en sí, cuando tenga una independencia económica, un trabajo estable y una familia fuerte, igual me lo podría plantear, y no creo que sufriera estrés por ello, ya que sería algo planificado, pero ahora... prefiero repetir mil veces curso.

El caso es que... igual es cierto que el sexo es sólo para adultos responsables y por eso tengo ese miedo tan atroz, quizá no esté preparada para hacer frente a lo que el sexo conlleva, pero... No sé, me encantaría encontrar por ahí historias de personas que sufran de lo mismo, y que cuenten cómo lo superaron, si es que lo hicieron, pero no encuentro nada, y los consejos que se encuentran son los de siempre: "Si se usan métodos anticonceptivos de forma adecuada, no habrá problemas" ya, claro, pero puede haber un condón defectuoso, o que, en cualquier momento te rozaste, o que el condón se quedara dentro sin querer o... miles de cosas, ya sé que es buscarle las cinco patas al gato, pero es que no tengo explicación para esto, sé que es absurdo, pero es algo que me mata y no sé si será cosa de madurez, pero me está jodiendo la vida.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Mi graduación

El pasado viernes celebramos la graduación de segundo de bachillerato, que para mi, era sólo un paripé, pues no he aprobado, y todavía podría repetir.

La verdad es que... No sé, fue todo bastante mal.

Desde que empezamos el curso, mi madre me ha buscado vestidos para llevarlos ese día, hasta que elegimos uno viejo de mi prima, al que le tuvimos que poner una chaqueta negra para taparme los brazos.

Al principio, estaba muy contenta, mi madre estaba respetando mis decisiones, no quería maquillarme, ni arreglarme el pelo de manera especial, tampoco quería prescindir de la chaqueta y no quería que hicieran fotos. Pues bueno... todas las concesiones que, en su día, mi madre me prometió, aquel día y la noche anterior, desaparecieron por completo, convirtiéndose en imposiciones y con las amenazas correspondientes en caso de rebeldía.

Al parecer, como tengo unos brazos demasiado gordos, que es verdad, al poner una chaqueta negra me ensanchaba toda la figura al ponerme de perfil, y estuve luchando, rogando, más bien, para que no me obligara a ir sin la chaqueta, cosa que conseguí, y pensé que ahí se había acabado todo, pero que va...

La noche anterior, mi madre sacó un estuche de maquillaje enorme y se puso a pintarme la cara como si nada. Lo peor, fue la raya del ojos, porque mi madre ve muy mal y el pulso lo tiene fatal, creí que no lo había pasado tan mal en mi vida, hasta que, llegó la hora de desmaquillarme, donde me echó hasta acetona para quitarme el rimel y todos esos potingues que me había puesto, y, cómo no, me irritó muchísimo los ojos.

Al día siguiente, en clase, me llegó un mensaje de mi padre, diciendo que mi madre me había pedido hora en una peluquería cercana a casa, y les había dejado instrucciones. Salí del instituto después del recreo y fui para la peluquería, donde me encontré con Nosti y la lame culos de su "amiga" con su madre, la señora más desagradable y repipi del mundo.

Cuando me cogieron, la peluquera me comentó que iban a llevarse mucho las ondas, pues era lo que les iba a poner a ellas, y entonces se me iluminó la bombilla, y pensé que, ya que todas iban a ir iguales, ¿Por qué no destacar? Y le dije que me pusiera, con la raya de lado, tres trenzas de raiz en la parte derecha, mientras que la melena quedaba suelta y rizada.

Obviamente, a mi madre esto no le hizo gracia, y a mi padre tampoco, pero como estaban ambos muy concentrados en arreglarse, no me gritaron mucho, y, por suerte, tampoco les dio tiempo a maquillarme, sólo a ponerme antiojeras, ya que los últimos cuatro días no había dormido nada, despertando cada dos horas, y tenía unas ojeras muy profundas.

Esperamos a mi tía, mi ejemplo a seguir, y fuimos en coche hasta allí, con mi madre diciendo todo lo que me iba a salir mal y que no me merecía estar allí porque no había aprobado a la primera, como siempre, bajo la compasiva mirada de mi tía, que no podía hacer otra cosa que apoyarme en silencio.

Cuando llegamos, pensé que sólo tenía que ir con mis amigos, que ya había pasado todo, pero no, mi padre sacó la cámara y me obligó a estar parada, al lado de ellos para hacerme fotos. Vamos a ver... yo, con ellos, en mi vida cotidiana, no tengo casi relación, por no decir que nunca me han ayudado a afrontar mis retos académicos, ¿A caso creen que por hacernos fotos juntos ya somos una familia normal y feliz? Porque esa es otra, durante el tiempo que estuvimos fuera del salón de actos, ellos no se separaban de mi, mostrando, sonrientes, una falsa realidad y haciéndome partícipe obligada de la misma.

Cuando por fin pude sentarme en mi sitio, en orden de lista, me di cuenta que ninguno de mis amigos de superdotados había venido, sólo Saúl, y porque también era la graduación de su hermana, además, el chico que se sentaba a mi lado, cambió su sitio con alguien que no había venido y me quedé totalmente sola hasta que apareció la otra chica que se tenía que sentar a mi lado, pero eso no me hacía estar menos sola.

Además, llevo como dos o tres semanas sin poder ver a mi novio, Julián, porque los horarios no nos coinciden, y por el móvil no hablamos nunca porque él pasa bastante de mi por ahí, me deja en leído cualquier cosa y... a penas establecemos una conversación de tres intervenciones cada uno.

Lo único que me alegró un poco fue ver a Saúl, que vino en muletas por un accidente que tuvo en la final de rugby. Me saludó con discreción y se fue con los demás familiares.

La verdad es que tenemos una relación atípica, pero yo le quiero, y él a mi, me está ayudando mucho a levantar la autoestima y a mostrar más carácter con la gente que me trata mal, yo misma estoy notando la mejora, pero no sé, por el móvil nos pasamos horas hablando y en persona me corto mucho, pero, por suerte, él tira de mi, me hace hablar, y, poco a poco, estamos consiguiendo mucho.

El caso es que la ceremonia empezó, y unos alumnos y unas profesoras soltaron unos discursos, de los cuales, no se entendía nada para la mala audición del lugar, sólo se entendían palabras sueltas, así que, tras una gran impotencia, desconecté del acto y me puse a divagar en recuerdos. Me di cuenta de que todos los demás estaban como yo, no entendían nada, pero se limitaban a sonreir y aplaudir, como si nada. Un evento plastificado, donde nadie es consciente de lo que pasa, mera fachada.

Después, pusieron un video con fotos viejas, donde, curiosamente, sólo aparecía el grupo del chico que había hecho el montaje.

Finalmente, nos levantamos de uno en uno y fuimos a recoger la banda y la orla, y, en mi caso, por un error de la administración, no me dieron ni mis fotos individuales ni la orla, y ni os imagináis la bronca que mis padres me echaron después, que si lo había hecho a posta, que les había puesto en evidencia, que era una sinvergüenza y una maleducada... en fin, lo de siempre.

Cuando por fin se acabó, salí, entre empujones de la gente, del salón. Al estar en la primera fila, la pantalla donde se había reproducido el video quedaba demasiado cerca de mi, y me había dado un terrible dolor de cabeza, a eso, había que sumarle la irritación en los ojos, que no se me había pasado y todo el cansancio acumulado durante los días anteriores.

Mi madre me agarró del brazo y me obligó a bajar con mi padre y mi tía, para luego obligarme a subir a la escalera, otra vez, y hacerme una foto con todos, que, al final, no hice porque me volvieron a decir que bajara otra vez para irnos a casa, pues estaban cansados de hacer el ridículo delante de todo el mundo.

En el viaje de vuelta, me estuvieron echando una bronca tremenda, que no sonreía, que daba pena, que iba cabizbaja, más el problema de la orla. Hice oídos sordos a todas las tonterías que decían, me dolía muchísimo la cabeza, y subí a casa a cambiarme rápido de ropa para poder ir a casa de mi hermano, con Adrián y Saúl que iban a estar allí también.

Mis padres me llevaron en coche, pues les quedaba de camino hacia el concierto de Rafael, y yo me deleité aquella tarde con las caricias de Saúl y sus suaves besos, atenuados por las atentas miradas y las bromas de Adrián y Alex, que procuraban dejarnos tiempo a solas mientras preparaban la cena.

El lunes, algunas profesoras me pararon para preguntarme qué me había pasado, y, la verdad, es que no me pasaba nada, salvo el dolor de cabeza que se me pasó enseguida, tras echar una cabezadita en el coche para ir a León. En casa, es como estoy siempre, es raro que sonría o que hable, era un día como otro cualquiera, salvo por el vestido y por la gente. Se ve que a mis padres sólo les importa la imagen que demos como unidad familiar a los extraños, sólo les interesa mostrar un escaparate donde todo está bien, como aquella graduación, en la que nadie entendía nada pero aplaudían, donde había gente suspensa pero se sentían aprobados. No es que me pasara algo, es que me pasaba todo, pero como cualquier día.

miércoles, 10 de mayo de 2017

¿Mundos paralelos y fantasmas?

Como ya expliqué en otra entrada, soy muy fan de la teoría de cuerdas, la superposición cuántica y demás teorías metafísicas que determinan que la realidad sensitiva, puede ser falsa.

Pues bien, hoy, a las puñeteras 3:44 de la madrugada, mi cerebro no tiene otra cosa que hacer que pararse a determinar la conexión entre los fantasmas y las dimensiones paralelas.

Y esto parte de la idea del gato de Schrödinger, donde se nos plantea el experimento imaginario en el cual, un gato muere y, al mismo tiempo vive.

Imaginemos qué pasaría con una persona. Hay un accidente de tráfico, y se queda un cuerpo encerrado en un coche. Hasta que alguien no logra sacarlo, no se determina ninguna opción, por lo que está vivo y muerto a la vez.

Vale, hasta aquí bien. Entonces... ¿Los fantasmas podrían ser el resultado de la proximidad entre universos paralelos? Es decir... la vida y la muerte son dos fenómenos totalmente opuestos que no podrían superponerse en una misma realidad, por lo que ocurren en dos mundos paralelos que surgen de una bifurcación en el espacio-tiempo, esto me lleva a pensar que, aunque el espacio es infinito, los mundos paralelos podrían ocupar un espacio y un tiempo determinados, como decía Kant.

De esta forma, ¿No podría ser que los fantasmas sean el producto de un choque por proximidad entre dos mundos paralelos? Más que nada porque un fenómeno paranormal es algo no se tiene por qué repetir aunque las condiciones sean las mismas, se produce por algo que no tiene que ver con los factores ambientales.

Por tanto... esto podría apoyar mi propia teoría de lo que he bautizado como "Anclas hiperdimensionales" que serían los choques entre mundos paralelos si de verdad ocuparan un espacio físico, y, para ello, me apoyo en la supersimetría, que utiliza átomos físicos para crear el opuesto a un cuerpo, teoría que podría estar interrelacionada con las anclas hiperdimensionales, pues ambas crean lo que podríamos llamar puentes o conexiones entre dimensiones.

En fin, la gente normal cuenta ovejas para conciliar el sueño. Se ve que mi cerebro no es capaz de imaginar tantas ovejas y no le gusta contar hasta el infinito, pero los temas metafísicos le apasionan... mañana me dan las notas finales y... puede que, de la hostia que me de mi madre, surja una nueva galaxia, el Big Bang se repetirá.

viernes, 5 de mayo de 2017

Relación abierta

Desde el principio de mi relación con Julián, dejamos claro, de mutuo acuerdo, que iba a ser una relación abierta. Yo puedo estar con otras personas y él también puede hacerlo, siempre y cuando nos lo contemos, pues...

El pasado domingo, fui a casa de mi hermano, junto con Chincheta, Adrián, Mateo y Saúl para celebrar su cumpleaños.

Llevé una tarta y se pusieron a jugar con la consola. Adrián encerró a Chincheta en el tendedero, yo arrastré a Mateo al cuarto de mi hermano... Hasta ahí, todo normal, pero entonces, me llegó un mensaje por privado de Saúl, diciendo que podía darme él lo que no me quería dar Mateo.

(La abuela de Mateo está en el hospital y él lo está pasando mal, el llevarle al cuarto y darle mimos y todo... Es la única manera que sé de animarle, por él sólo siento cariño)

La cosa es que esto no era la primera vez que sucedía. Hacía unas semanas, durante un debate en superdotados sobre el sexo con amor, Saúl me abrió privado y me dijo algo parecido, que quería conocerme mejor y tal, y yo como... bueno, es listo, es mono, pero es verdad que no nos conocemos demasiado... hablamos un rato sobre las relaciones sentimentales y... bueno, la verdad es que coincidimos en muchas cosas, pero ahí se quedó el tema.

Esta vez, el tema no se iba a quedar en una simple conversión.

Estuvimos hablando por privado mientras todos jugaban, y, en un momento determinado, los dos nos fuimos al cuarto de mi hermano, seguidos por él, y, entonces, colocando una silla debajo de la manilla de la puerta, Adrián nos dejó encerrados a los tres.

Pedimos ayuda, pero Chincheta estaba encerrado en el tendedero y Mateo estaba viciado a la play, con Adrián, que casi se olvida de nosotros.

Al final, Adrián abrió la puerta, para meter a Chincheta con nosotros.

Saúl se sentó a mi lado en la cama y Chincheta mi hermano negociaban con Adrián para que nos dejara salir.

Finalmente, aprovechando que Adrián abría la puerta, metimos a Chincheta en el medio y pudimos hacer palanca para abrirla por completo.

Una vez pudimos salir, Saúl y yo esperamos a que mi hermano y Chincheta abandonaran el pasillo y nos abrazamos. Estuvimos un rato así, hasta que mi hermano dijo que fuéramos todos al quiosco.

Yo pregunté si íbamos a volver a su casa, y él me dijo que sí, así que, Saúl y yo le pedimos quedarnos, y él aceptó.

Una vez hubieran salido del piso, Saúl y yo fuimos al cuarto de Alex, donde nos volvimos a abrazar y nos empezamos a dar besos.

Terminé encima de él en la cama, justo cuando llegaron los demás y nos pillaron en el cuarto, uno en cada extremo de la habitación.

Durante el resto de la tarde, comentamos por privado lo que habíamos hecho, que no fue más que cuatro besos, y se ofreció a acompañarme un rato de camino a casa, yo acepté, a pesar de que no me gusta que me acompañen, pero, justo cuando nos dirigimos a casa... Adrián tuvo la maravillosa idea de acompañarnos a ambos, así que... ñe.

Se lo conté a Julián, mi novio, lo antes que pude, y, aunque de entrada no le hizo gracia, luego lo entendió, dijo que era asunto mío y que era un tema paralelo a nuestra relación. Me alegro de que de verdad entienda lo que es una relación abierta, tenía bastante miedo de su reacción.

Empezó la semana y parecía que todo aquello nunca había sucedido, Chincheta, observador como ninguno, nos había calado a Saúl y a mi, pero se lo negué y no me insistió, aunque no creo que le convenciera. En nuestro sitio en el recreo, solemos estar sólo mi hermano, Chincheta y Mateo, pero el miércoles... apareció Saúl, y estuvo todo el rato con nosotros, aunque a penas hablamos nada.

El jueves, Saúl volvió a estar con nosotros, y, al final del recreo, subimos las escaleras juntos, en silencio.

Ese mismo día, me contestó al whastapp, que, al parecer, no había abierto desde el lunes. Estuvimos hablando y coincidimos en que debíamos hablar más, y que... me tenía afecto, aunque no usara una etiqueta de novia o amiga, el sentimiento estaba ahí.

Así que hoy, al bajar al recreo, intentamos hablar, y, la verdad, lo conseguimos, aunque sólo hablamos de temas superfluos, pero bueno, el caso es empezar.

A la salida, coincidimos en el pasillo y me preguntó por el examen de historia, que ya había tenido ayer, pero bueno, fue un detalle.

Me siento muy bien porque se ve que él está interesado, es él el que lleva la iniciativa, y me encanta saber que, después de tantos años, un chico se ha fijado en mi.

El lunes volveremos a quedar en casa de mi hermano, y no sé qué pasará, pero bueno, ahora, lo primordial es que nos conozcamos, hablemos y todo eso.

Mateo, Chincheta o cualquiera del grupo, si estáis leyendo esto, sorpresa! No se lo digáis a nadie todavía ;)

miércoles, 3 de mayo de 2017

Gracias, universo

Este puente, tenía pensado aprovecharlo a lo grande. Iba  estudiar como una loca el viernes, el sábado y el domingo, para tener el lunes libre y poder ir a la manifestación de la CNT por la mañana y, por la tarde, quedar con los superdotados en casa de mi hermano, y así, ir relajada al examen final de geografía y al global de matemáticas, exámenes que tenía contiguos el martes, pero claro, el universo no estaba conforme con mi plan...

El viernes y el sábado, estudié, me maté a repasar geografía, y toqué un poco de matemáticas, y el domingo por la mañana... llega mi madre diciendo que se nos había muerto un familiar, nada más ni nada menos que en Madrid.

Yo le dije que me daba bastante igual, ya que le conocía de casualidad, y no tenía ninguna conexión con él, pero entonces... mi madre me dijo que teníamos que ir al entierro, en Madrid.

Así que... cuando mi padre llegó del trabajo, recogimos las cosas y nos fuimos hasta León en coche, dos horas y media perdidas de mi tiempo de estudio, porque, si ya me mareo de normal, no me quiero imaginar lo que me pasaría si, encima, voy leyendo.

Además, cuando llegamos, tuve que cambiarme de ropa, ordenar las cosas, prepararle comida al gato y preparar mi cena, lo que me dejó... media hora de estudio.

A la mañana siguiente, me levantaron a las 7:10 de la mañana, porque el entierro era a la 1 y teníamos que estar allí a las 11:30.

Pues nada, desayuné, me vestí, le preparé la comida al gato y nos fuimos.

Más horas de estudio perdidas.

Cuando llegamos, todo el mundo llorando, sonándose la nariz, y todos, tocándome y dándome besos. A penas conocía a dos personas allí.

Estuve mirando para un muerto más de media hora, para, después, ir a la iglesia, y, al terminar el aburridisimo discurso del cura, pudimos volver hasta casa, que, evidentemente, supuso más horas de estudio perdidas.

Quería llevar el libro de geografía al velatorio, para aprovechar algunas horas, pero mi madre no me dejó, dijo que era insensible o algo así, insensible es privar a un alumno de segundo de bachillerato de tiempo de estudio clave para aprobar las recuperaciones y exámenes finales.

El caso es que... los dos exámenes resultaron un desastre, como era de esperar, y, encima, mis padres me han castigado por no estudiar lo suficiente, tócate los huevos. Ahora sólo me queda una oportunidad para pasar de curso, y será dentro de muy poco.

Aunque, el entierro y todo eso, me ha hecho reflexionar mucho a cerca de la muerte. Nunca ha significado nada para mi, me considero agnóstica, así que no me guío por promesas divinas, no podré averiguar nada hasta que llegue el momento pero... no quiero que mis seres queridos pasen por eso, cuando me muera, quiero una fiesta, con música, comida, risas y videojuegos, que hagan temblar las paredes del tanatorio, mi vida ya ha tenido suficientes lágrimas, no quiero que me despidan con amargura. De todas formas, dejaré mi legado, todavía no sé a quién ni cómo, pero de alguna forma, seguiré aquí, puede que no en un libro de historia, puede que no en un monumento, o quizá sí, quién sabe, sólo sé que estoy llena de ganas por descubrir y experimentar todo cuanto se pueda sentir, y esa sensación, esa actitud, es la que quiero que se mantenga, ahora y siempre.

Mira, después de todo, sí que he sacado algo positivo de ese puente, estudiar, no he estudiado una mierda, pero he vuelto a tocar un tema que se había quedado muy frío en el olvido, se lo pondré en la recuperación de matemáticas, seguro que me aprueba por ello.

¿Coincidencia o...?

Hoy, ha caído a nivel internacional el servicio de whastapp. Pensé que era cosa de mi conexión, así que intenté abrir otras redes sociales, pero iban bien, y a los pocos minutos, se dio el aviso de un fallo a nivel internacional.

Lo importante no es eso, puedo sobrevivir sin whastapp, lo importante es que, justo en el momento en el que iba a enviarle un "Hola" a Carlota, se avisó del fallo.

He superado hace dos semanas o así lo de Carlota, ya no me gusta, el caso es que, como ser humano en si, me interesa, es una chica tremendamente lista y con una fluidez verbal despampanante, así que me gustaría hablar con ella y debatir y todo eso, pero... qué casualidades, ¿no? Quiero decir... podrían pasar mil cosas, que me siga la corriente, que nos hagamos amigas, que pase de mi, que yo me vuelva a enamorar... quizá no había meditado bien la idea, además, estoy delante de los exámenes finales, no me podría permitir ningún desliz, pero... aún así...

Creo que me hará bien tomar un poco de distancia con este tema de las redes sociales, y eso que yo no estoy pegada a ellas todo el día, pero sí que estoy notando una ligera dependencia que me quita tiempo para estudiar o hacer algo entretenido con mi vida.

Que se whastapp se caiga es una casualidad, de echo, supongo que se pondrá en funcionamiento en unos minutos, pero eso no significa que esta no sea una buena oportunidad para dejar el móvil un poco de lado, aunque mi mayor adicción son las canciones y tal... pero todos sabemos que el día en que se caiga el sistema de reproducción audiovisual, habrá una huelga general a nivel mundial.

martes, 18 de abril de 2017

La gente ignorante y sus bocazas

Ayer, me encontré con un canal de youtube cuyo contenido se basaba en ir a fiestas llenas de gente joven y hacerles preguntas sobre sexualidad, política y hacer algún juego rápido de "qué preferirías" La verdad es que me gustó la idea y empecé a ver los videos, y... lo que me encontré fue, cuanto menos, bochornoso.

En los vídeos, el entrevistador se mete en fiestas famosas del sur de España, como son el Rocío o la fiesta de primavera, y empieza a preguntar a los jóvenes.

Ya me suponía que iba a encontrar a gente borracha y tal pero... cuando una chica que acaba de finalizar bachillerato, te dice que el óvulo es un órgano... no sé qué se debe de haber metido, pero la ha dejado tonta.

Lo peor es que no era la respuesta más preocupante, al fin y al cabo, un error lo tiene cualquiera y si encima estás borracho, es fácil confundirse. Lo serio empieza a verse cuando se les pregunta a cerca de los celos, de si son amor o enfermedad, y, la mayoría de las chicas, a pesar de decir que les parece cansino, lo ven como una prueba de amor, mientras que los hombres no lo aguantan, sin embargo, al preguntar si dejarían que su novia durmiera con otro chico, todos contestaban gritando que no, y ojo a su justificación, "No la dejaría porque las tias son unas guarras" curiosamente, la misma respuesta daba una chica a la pregunta de si dejaría a su novio dormir con otra chica. Creo que no hace falta resaltar el machismo tan arraigado que hay en esos jóvenes, pero es que, además, en cualquier video, de cualquier fiesta, se ve ese machismo tan fuerte y tan peligroso que, ellos mismos, no consideran como tal. No es machismo, es ser un hombre. Vergonzoso.

En un vídeo les pregunta qué piensan del twerking, y todos, salvo un grupo de chicas que decían que lo bailaban, estaban de acuerdo con que era de guarras y de putas, pero, al preguntar a los chicos si les gustaba que se lo hicieran, todos contestaban que si. La verdad es que a mi es un baile que no me gusta, se limita en mover el culo, sin más, que no dudo de su dificultad, pero... Qué quieres que te diga, prefiero bailes intelectualmente más estimulantes como el ballet, y eso que me suele gustar una amplia variedad de estilos, como el funky, el hip-hop, electro... sin embargo, como en todo, me parece algo respetable, siempre y cuando se haga porque se considere una forma de expresión, un arte o, por simple diversión, por desgracia, esto no suele ser así, y las chicas lo bailan buscando la aprobación del hombre, sin saber que se rebajan a una postura sumisa, al servicio del hombre, por mucho que ellas digan que tienen el control.

Y este tema machista ya me está empezando a tocar cerca, de echo, el otro día, en clase de psicología, la profesora nos advertía de que había chicos que tocaban el culo a las chicas y, ni ellas, ni nadie decía nada. Todos estábamos pensando que la mujer exageraba,  claro que hay casos de chicos que agreden de forma física a las chicas, pero en número muy reducido, y lo relacionábamos con una falta de madurez, hasta que un guaje que se sienta en la parte de atrás suelta: "Bueno, si no lo dicen será porque les gusta" entonces ya sí que me puse enferma, y, aunque pueda parecer algo inocente o que no daña, alguien que no lo ha sufrido, no va a entender la mala sensación que te queda en el cuerpo, alguien ha invadido tu espacio vital y te ha agredido, es horrible, y luego, si les plantas cara, dicen: Pero cómo no lo voy a hacer, si vas provocando. La verdad es que no estoy cómoda relacionando este tema con el machismo, porque, aunque sin duda es una de las cosas que da pie al machismo, no es un comportamiento exclusivo de los hombres, muchas chicas tocan a chicos o a otras chicas, y nadie dice nada, pero eso no significa que sea menos grave. Ante una mala conducta, no hay que pararse a mirar el sexo del agresor, sino a estudiar los motivos de su comportamiento y reconducirle.

Además, también trató el tema de los homosexuales, transexuales e inmigrantes ilegales, y, en todos los temas, los jóvenes mostraban una atrevida ignorancia, diciendo la primera burrada que les venía a la cabeza, llegando al punto de alegar que los bisexuales, por el simple hecho de serlo, eran infieles.

También, aunque nunca se hicieron preguntas relacionadas con el patriotismo ni con los regionalismos, varios jóvenes gritaban "Viva España, viva Franco" y hacían el saludo fascista. Ignorancia, incompetencia, poca inteligencia... la cuna de las dictaduras.

La verdad es que me da mucha pena, porque, aunque no me gusta la idea de nación, es una vergüenza la imagen que están dando esos niñatos del nivel de España. Todos borrachos, cuya prioridad principal es la legalización de la marihuana y el sexo desenfrenado, teniendo alergia a los libros y al conocimiento, necios, ignorantes, cuando, en realidad, en España contamos con grandes jóvenes pensadores, pero claro, atrae más grabar a un puñado de monos gritando en una jaula que ver al rebelde rompiendo los barrotes de los estereotipos y liberando su pensamiento crítico, haciendo alarde de una agilidad mental tan potente que derriba los muros de la tiranía.

martes, 11 de abril de 2017

Dieta a la fuerza

Esta semana Santa, mis padres me obligaron a pasarla con ellos en la urbanización del pueblo.

Mi madre compró un montón de cosas, sobretodo congelados y cosas de nevera, porque aquí hace demasiado calor como para tener que bajar al pueblo a comprar.

Llegamos el lunes por la noche. Cenamos, preparamos la casa y nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente, nos dimos cuenta de que, en algún momento durante la noche, se había ido la luz, y todavía no había vuelto, lo que significaba que... todos los alimentos se estropearon.

Así que... estamos en León, a 32 grados, sin comida y sin dinero para comprarla, lo único que sobrevivió ha sido la lechuga y el tomate...

Esta semana me alimentaré a base de esos dos alimentos. Que bien.

domingo, 9 de abril de 2017

No es motivo de alegría

Ayer, sábado, falleció Adrián Hinojosa, el niño de ocho años, enfermo de cáncer, que soñaba con ser torero.

Antes que nada, mi pésame a la familia, la muerte de un hijo es un mal terrible que ningún padre debería vivir. Ánimo y fuerza a toda la familia y amigos.

No me enteré mucho de la polémica cuando surgió. Sabía que había conmocionado a mucha gente y que había levantado la desaprobación de los antitaurinos.

Yo, soy antitaurina, la tortura animal es algo deleznable que no debería servir ni como entretenimiento ni como símbolo de una nación. Pero bueno, este no es el tema.

El caso es que, después de unas semanas de que saltara la noticia, me enteré de que había antitaurinos que se dedicaron a insultar al pequeño y a su familia, incluso, le llegaron a desear la muerte. Espero que Adrián no fuera consciente de esta realidad, y que la familia le mantuviera aislado de este tipo de comentarios, las personas más adultas, incluso, en las peores situaciones, pueden aguantar amenazas de esta índole, pero estamos hablando de un niño de ocho años cuyo único error fue tener un sueño.

También me enteré de que había personas del mundo del toreo, aficionados y entusiastas, que se dedicaron a crear cuentas falsas, o simplemente daban a su cuenta un aspecto antitaurino, para enviar mensajes llenos de odio hacia el pequeño y, así, desacreditar al movimiento antitaurino. Esta actitud me parece la cumbre de la indecencia, utilizar la dramática situación de Adrián para combatir a su enemigo... dais vergüenza, y no porque os gusten los toros, eso ahora es secundario, sino por no tener la suficiente capacidad para defender lo que creeis sin utilizar artimañas desacreditadoras.

Por otra parte, el caso de que un niño quiera ser torero... ya sabemos todos cómo son los niños, un dia quieren una cosa y otro día otra, yo, mismamente, con ocho años quería ser granjera, y con doce, militar, obviamente, si la familia apoya tu sueño, tenderás a mantenerlo más tiempo, pero, aunque fuera así, ser torero es algo sumamente difícil, no puede entrar cualquiera, suelen ser hijos de familias importantes, los demás, se convierten en aficionados de ese espectáculo, que no es menos preocupante.

El hecho de que a alguien le guste la tauromaquia no tiene nada que ver con el gusto, sino con la parte sádica del individuo, y es así, sin más. La psicología ha hecho numerosos estudios y ha concluido en que, ese fervor por el sufrimiento, que ellos no califican como tal, la seguridad al estar dentro de un grupo y la congratulación al utilizar un lenguaje especializado, son las características propias de personas que necesitan reafirmarse ante el resto, dentro de un grupo, para no quedar desnudos ante las miradas críticas de la sociedad, esto no les hace malas personas, y, mucho menos, merecen la muerte. Lo único que se puede hacer es separarlos de su querido grupo, esperar a que estén receptivos, y enseñarles el daño que esa actividad, que tanto veneran, está provocando en unos pobres animales, que, desde que son pequeños, les dopan para que tengan una mayor musculatura, y los preparan para ser clavados en banderillas, drogados y rodeados de una multitud que grita al ver como las sangre llena la arena, mientras sus bufidos y gritos se transforman en leves suspiros de auxilio que no llegan a traspasar las duras corazas de los cerebros insensibles, mientras que arañan con ferocidad el corazón de aquellos que no toleran tal crueldad.

Para finalizar, quería remarcar el hecho de que, a este chico, gracias al apoyo monetario de miles de personas, se pudieron organizar eventos para hacerle más llevadero el dia a día y para recaudar fondos, pero, en el mundo, hay miles de niños que se están muriendo, ya no por cáncer, sino por no tener alimentos en condiciones o agua potable, ¿Para ellos no hay dinero? 

domingo, 2 de abril de 2017

Álbum diario

Desde muy pequeña he tenido el miedo de olvidar. Siempre hago fotos de absolutamente todo lo medianamente relevante que pasa en mi vida con el fin de que, si llega el dia en que no me acuerde de nada, poder tener el apoyo de las imágenes.

Así que... he decidido hacer un diario con imágenes de todo lo que hago. Hacer un resumen de cada clase y almacenarlo todo en la nube.

Creo que será una forma divertida de recordar este horrible año de segundo de bachillerato.

Lo único bueno es Julián, con el que, el próximo dia 5 de abril, cumpliré seis meses de relación. La verdad es que estoy encantada con él, le tengo para todo lo que necesito y constituye un pilar fundamental en mi vida. Lo malo es que, entre los estudios y nuestras respectivas obligaciones, a penas tenemos un rato juntos fuera del ámbito escolar, pero el verano está cerca y enseguida podremos disfrutar de todo el tiempo que queramos.

Por otra parte, están los superdotados. Hemos abandonado todos el grupo histórico de superdotados de la vida y nos hemos pasado al grupo de superdotadísimos, donde hemos incluido a Saúl, un amigo de mi hermano, y a Lucía, una chica algo... peculiar muy amiga de todos, y, obviamente, no hemos metido a Joaquín, del cual, hace mucho que no sé nada.

La verdad es que superdotados me está apoyando también muchísimo con todo, no sé qué haría sin ellos, aunque tengamos discordancias, al tener a Lucía como única fuerza de derechas, siempre volvemos a la calma. El año que viene, si por gracia divina no repito, les echaré mucho de menos a todos.

jueves, 9 de marzo de 2017

Pruebas de lo buena nieta que soy

Mis padres siempre se pasaron una parte bastante amplia de mi infancia en el trabajo, así que fueron mis abuelos los que se encargaron de cuidarme por las tardes, y, en agradecimiento, yo les regalé un sin fin de momentos bochornosos que demuestran que soy una nieta ejemplar.

1-La Iglesia.
Antes de que mi abuelo se diera cuenta de que no era una niña muy normal, fue mi abuela la que se encargaba de entretenerme. Me llevaba al parque, me contaba cuentos... en fin, lo normal, pero una tarde, no sé qué cable se le cruzó a la mujer que tuvo la maravillosa idea de llevarme a misa. Si, a una niña de 4-5 años... cuando la ceremonia empezó y todo el mundo estaba en silencio... salí al pasillo central y grité: ¡Oye abuela, vámonos ya, este sitio es muy aburrido!

2-Los estorninos.
Mi abuela, en su balcón, tenía un nido de estorninos, al que estos animales regresaban durante la primavera. Siempre me encantaron los animales, así que todas las tardes, salíamos al balcón a echarles arroz. Pero resulta que un dia, mi abuela me dejó sola en casa, así que... en cuatro minutos, su salón estaba lleno de arroz y de estorninos piando y cagando por todas partes, y yo, encantada de la vida, rodeada de animales.

3-El tanga.
Cuando íbamos a la playa, mi abuela solía comentar cómo iban las chicas vestidas, que si esa tenía un pecho demasiado caído para determinado bikini, que si la otra tenía demasiado culo para unas bragas tan estrechas... en fin, esas cosas, así que, una tarde, mientras dábamos un paseo por la orilla, se me cruzó una chica en tanga, a mi, me llamó la atención, y al parecer, grité: "Mira abuela, mira, esa tiene un culo muy feo para enseñarlo tanto" No volvimos a esa playa.

4-El monedero.
En los últimos años se han alertado mucho a los turistas sobre los carteristas, pero esto no es algo nuevo de este tiempo. Cuando íbamos a sitios rodeados de gente, yo me metía entre la multitud y cogía las cosas de sus bolsillos. Era algo totalmente inocente, pero recuerdo que conseguía bastantes cosas, y un dia, cuando sacaba un monedero del bolsillo de una señora, estornudé, y la señora se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Me llevó con mis abuelos y ellos me pidieron que me sacara de los bolsillos todo lo que llevaba. Aquello parecía un rastro, y lo peor era que la gente que estaba cerca reconocían sus pertenencias y las reclamaban. Menos mal que a nadie le dio por mirar en la parte de abajo de mi carricoche.

5-Los alumnos
Mi abuelo sabía mucho de todo, así que impartía clases particulares a alumnos de bachillerato y Universidad. Había cuatro, en particular, que era un desastre, hasta el punto de estar en primero de bachillerato y nos saberse la tabla periódica. Para darles una lección, mi abuelo me hizo memorizarla, y, al día siguiente, la tuve que recitar ante todos sus alumnos. Cuando acabé, recuerdo algunos aplausos, y, al parecer, empecé a repetir las quejas y los insultos que compartía mi abuelo con mi abuela a cerca de aquellos cuatro alumnos. No sé quién se puso más rojo, si me abuelo de la vergüenza o sus alumnos del enfado.

lunes, 27 de febrero de 2017

Orphan Black. Primera temporada

En dos días, he acabado la primera temporada de Orphan Black, y aquí desarrollaré un pequeño resumen, explicando los personajes y dando mi opinión de esta temporada, así que habrá spoilers.

Orphan Black

El sábado por la mañana me reencontré con una buena amiga de la infancia, quedamos para desayunar y nos pusimos al día.

jueves, 16 de febrero de 2017

Mi teoría sobre babadook

Hace como... dos o tres años se estrenó en los cines una película que se titulaba el babaduuk. Se presentaba como la típica película de terror, pero una vez que la ves completa, cambia todo y, te das cuenta de que es una película más moralista que otra cosa. En este análisis doy mi opinión y mi interpretación de la película, así que si no la has visto, te aviso que haré spoilers.

lunes, 13 de febrero de 2017

La fuerza del conocimiento

En mi familia, hay mucha leyenda negra. Cosas que no se saben con exactitud, cosas que las malas lenguas susurran. Lo peor debe ser que la mayoría de esas leyendas son verdad, pero bueno, hoy me apetecía contar la historia de amor de dos de mis antepasados.

domingo, 12 de febrero de 2017

El movimiento okupa

Desde hace muchos años, el movimiento okupa se ha viralizado en nuestro país. Familias enteras, incapaces de pagar la hipoteca o el alquiler, se ven en la calle de un día para otro. Sin embargo, esta situación es muy variable y no todos hacen lo que deberían por frenarlo.

Madrid creo que es una de las localizaciones que tiene un índice más elevado de okupas, llegando a encontrar bloques enteros habitados por estas personas.

Todos los okupas dicen que lo hacen por necesidad, y eso creo que es algo obvio, sin embargo, son muy pocos los que tienen iniciativa e intentan mejorar su situación.

El caso más común es el de los inmigrantes, que llegan a España sin estudios y con edades avanzadas o con algún problema para encontrar trabajo. Si no tienen trabajo, no van a poder pagarse una casa, y esto les obliga a okupar. Vale, hasta aquí, estoy de acuerdo. El problema aparece ahora: No estoy de acuerdo con quitarle la propiedad a otra persona, y me da igual que esa propiedad sea su segunda residencia, como si es la quinta, es suya, él pagó y paga su mantenimiento y tú no tienes ningún derecho. La solución es clara, hay un millón de pisos en manos de los bancos, e incluso hay edificios del Estado que están inutilizados, eso ya es otra cosa, porque si tú necesitas algo y tienes la opción de obtenerlo sin influir en la libertad de nadie, pues bien, hazlo, a sabiendas de que te podrían echar en cualquier momento, pues aunque no les estés quitando libertades, esa propiedad está en su posesión.

Luego, si consigues un lugar, no te puedes quedar ahí a ver la vida pasar. Ponte a estudiar, a trabajar, haz algo para ganar dinero y conseguir una vida digna. Porque, aunque lo hagas por necesidad, sabes que no es justo para el resto, que se han pagado un piso y que pagan impuestos.

Pero no sólo están los inmigrantes metidos en este asunto. Bastantes españoles que, por azar del destino, han perdido sus negocios, y ahora se ven en las calles, pasando el duro invierno, y es algo que nos puede pasar a cualquiera, y sin previo aviso, por eso, tenemos que solidarizarnos con el prójimo, ya si es español como si es inmigrante, eso es lo de menos, el caso es que es un ser humano que se ha tropezado en la vida y, entre todos, tenemos que ayudarle para que se levante, siendo él el primero que esté dispuesto a ese esfuerzo, pues tendrá que empezar desde la nada a volver a construir su vida, y eso, no es nada fácil.

Y el Estado tendría que hacerse cargo de estas personas, porque necesitan tener un lugar donde vivir y evitar la marginación, porque eso sólo fomenta el odio y la violencia. Además, estas personas han de aprender a vivir en comunidad, realizar tareas de mantenimiento y demás para mantener las propiedades en buen estado.

Las propiedades en manos de los bancos deberían estar con esta gente, que las necesitan. Pero a cambio, ellos deberían estar metidos en el sistema para que este se hiciera cargo de darles estudios y formación, y si no hay trabajo, no quedará otro remedio que trasladarlos a donde sí lo tengan, pero es inaceptable que esta gente viva en la calle, al igual que es inaceptable que ellos estén ocupando una vivienda sin buscar trabajo, sin estudiar, y dejando a los días pasar hasta que les echen de ahí para irse a otro lugar.

sábado, 11 de febrero de 2017

No puedo hacer nada

Desde pequeña he sido abusada y marginada, ya fuera en casa o en el colegio. A todas horas, mi entorno me repetía una y mil veces que era fea, que era tonta, que estaba como un tonel y que nunca iba a llegar a nada.

No digo que no tuvieran razón, pero son cosas que... a ver, yo en casa tengo espejos y tal... estoy condenada a verme la cara siempre que entro al baño, y créeme que tener este aspecto no es algo que yo haya escogido y que, además, no puedo cambiar, porque las operaciones y el maquillaje son engañizas con las que sacarte el dinero. Nací así, no puedo hacer otra cosa, y si no querían estar conmigo por ser tan fea y tan tonta, pues bueno, no pasaba nada, era muchísimo mejor a que me lo estuvieran repitiendo día y noche.

El tema del peso y lo de hacer algo con mi vida... eso ya sí es algo que puedo escoger, y lo estoy intentando, pero, de todas maneras, las decisiones que tome serán asunto mío, no necesito la opinión gratuita de nadie.

Estuve con muchos y muchas gilipollas que me trataban muy mal, me pegaban, me sometían a humillaciones públicas y me anulaban como persona. La excusa siempre era la misma: encima de lo fea que eres... más te vale estar callada y no molestar, ahora, date la vuelta que no te quiero ni ver esa cara. Yo sabía que aquello no era amor, ni mucho menos, pero es que tenían toda la razón del mundo, soy horrible y, para alguien que se molestaba en estar conmigo...

Cuando llego nueva a un sitio, pongo buena cara e intento hablar con todo el mundo, soy muy tímida y lo paso muy mal en situaciones públicas, pero aún así me esfuerzo por relacionarme, ¿Y qué pasa? Que nadie me habla, siempre soy la niña fea que no tiene amigos, pero luego llega una chica guapa al mismo sitio, sin conocer a nadie, y todo el mundo empieza a hablar con ella... y ya ha pasado tantas, pero tantas veces... ahora, cuando voy a la academia, todo el mundo me llama: "la guapa" siempre entre susurros, como si estuviera sorda, trato de no escucharlos, pero han sido muchas tardes que, al salir de ahí quería tirarme a la carretera porque ya no lo aguanto más, no puedo soportar todo esto porque es algo tremendamente injusto porque yo no pude elegir tener esta cara, y no es en el primer sitio que me pasa, en los colegios que fui de pequeña, en casa, en el instituto... que si, que en un principio, pues lo normal es pensar que son gilipollas y que he tenido mala suerte al coincidir con ellos, pero que va, son demasiadas personas y ni te imaginas el peso que siento sobre mi.

Me pongo muy mal con este tema por todo el acoso que sufrí, sufro y sufriré, de echo, si no fuera por mi novio (Que es un milagro que tenga), por Dani, por Maite, por Mateo y por Chincheta... supongo que ya no estaría aquí, porque el estrés que tengo con mi cuerpo y los estudios, que son cosas que dependen de mi y sí puedo cambiar... me estoy esforzando tanto para no conseguir mucho y es muy frustrante como para encima que me machaquen con más cosas.

Todo esto viene a cuento de que, el jueves en el instituto, al finalizar la segunda hora, tuve que ir a hablar con la profesora porque estoy teniendo muchos problemas con el cálculo de la normal y los intervalos de confianza, y como no encontraba ninguna otra solución, pues le pregunté a ella.

Esa clase no es la mía, y cuando tocó el timbre, empezó a entrar mucha gente, además, todavía quedaba otra hora, y tanto la profesora como yo, teníamos otras clases a las que ir, así que me empecé a estresar y a ponerme nerviosa.

Cuando acaba su explicación, voy a mi mochila e intento guardarlo todo para no hacer esperar a el chico que se sienta en ese sitio, y justo cuando iba a marcharme, aparece Joaquín, que me para, me mira fijamente, y me dice: Oye, que eres muy fea.

Ante todo el estrés que tenía y el daño que me hacen esas palabras, le pegué dos puñetazos en la zona del pecho. No le hice nada, aunque no me siento orgullosa de haberlo hecho, soy una persona racional y tengo que poder dominarme... sin embargo, pasó lo que pasó, y él se empezó a reír, y yo empezaba a llorar, así que cogí los libros como pude y me marché.

En la clase siguiente, tuve la suerte de que del lado derecho tengo la pared, así que me pasé la clase mirando para ella y llorando.

Después, bajé al recreo y Joaquín estaba apartado con Lucía, haciéndose la víctima. Yo pasé y me fui con Mateo, Chincheta y mi hermano. Estuvimos hablando de cosas intrascendentes hasta que alguien de ese grupo, no recuerdo quién, me preguntó qué me había pasado con Joaquín, y yo les expliqué la situación vivida horas anteriores. Entonces, Joaquín entró en la conversación y se empezó a reír. La conversación fue algo así:

+Ay Sara ¿Y por eso te pones así? Si eso yo se lo digo a todo el mundo.

-Ahh ¿Y te parece normal?

+¿El qué?

-Pues decirle eso a la gente. Pero es que no es sólo eso. A mi ya me lo has hecho miles de veces, y me ha dolido todas y cada una de ellas, pero te he explicado todo lo que me ha pasado y te he pedido que no lo hicieras más.

+Ay bueno pues lo siento.

-¡Pero es que no lo sientes! Lo vuelves a hacer, vale que para ti sea una tontería sin importancia, pero sabes que a mi me duele y lo sigues haciendo, ¿ te parece normal?

+Pues sí, me parece normal.

-¿Si? Pues no quiero tener nada más que ver contigo.

Así que... me desapunté del gimnasio, salí de los dos grupos de superdotados, el de wass y el de telegram, ya que no puedo obligar a nadie a hacer nada, sólo soy dueña de mi libertad, así que... si mis amigos quieren algo, que sea por privado. Y... poco más, no quiero compartir mi vida con gente así.

Puedes pensar que alguien es feo, es lo más normal, de echo, creo que debo de ser de las pocas personas que no se dejan guiar por esas cosas, y es gracias a que cada día veo menos, pero... no sé, ojalá fuéramos todos ciegos.